El set ha sido corto, simplemente de tres canciones, pero suficiente para comprobar que Eliza puede funcionar muy bien también a nivel internacional. ‘Selfish Genes’, ‘Moneybox’ y ‘Pack Up’ (en este orden las han tocado) cuentan con la frescura de una compositora e intérprete joven, llena de ganas y con aparente facilidad para dar con una melodía resultona y un par de frases graciosas que se pegan al instante. Como mínimo, ha quedado demostrado que «one hit wonder» no es.
Doolittle se acompaña de músicos adolescentes al ukelele/guitarra, percusiones y contrabajo, y comparte definitivamente con Lily Allen el gusto por el reggae a lo moderno, pero se diferencia en que canta algo más y en que dará menos titulares a los tabloides. De momento una completa monada a observar en el futuro, por si evoluciona a lo Kate Nash.