La gira rock’n’roll de los Eels

Hacía muchos años que Eels no pasaban por nuestro país, pero no por ello el público desconocía que Mark «E» es un espíritu libre del que podía esperarse cualquier tipo de repertorio y de actuación musical. El último disco que ha publicado, ‘Tomorrow Morning‘, es uno de los más electrónicos de su carrera. Sin embargo, su show del pasado sábado en la capital tiró más hacia el rock’n’roll de lo que casi ha sonado Everett en toda su vida.


Mark apareció solo con su guitarra eléctrica en el escenario, abriendo con una ya muy bien recibida ‘Grace Kelly Blues’, que dejaba ver lo que el público le quiere, probablemente porque llevaba demasiado tiempo sin venir y también porque se ha leído recientemente su emocionante libro ‘Cosas que los nietos deberían saber‘. Sin embargo, por la disposición de instrumentos sobre el escenario, sabíamos que el formato no duraría mucho (Alondra Bentley había ejercido de correcta y simpática telonera sola con su guitarra, reconociendo que sabía que la gente que estaba allí no era para verla a ella).

Tras tres temas, se unió el resto de la banda. No sorprendió demasiado por el espíritu punk del grupo, reflejado en las densas barbas de todos ellos, naturales o postizas, la ausencia de grandes canciones del pasado de Eels como ‘Novocaine For The Soul’ o ‘Last Stop: This Town’, si bien uno de los mejores momentos de la noche fue la interpretación de dos de sus mejores singles de los últimos tiempos, ‘Spectacular Girl’ y ‘Fresh Blood’, aullidos incluidos, seguidos. Sí sorprendió el gran número de versiones, entre la que destacó ‘Summer In The City’ de The Lovin’ Spoonful (también hubo homenajes a los Rolling y a Gershwim).

Parte del repertorio tardaba en ser reconocido por la diferencia entre las versiones de estudio y las interpretadas en directo, pero sí llegaron a triunfar temas como ‘My Beloved Monster’, ‘Dog Faced Boy’ o ‘Mr E’s Beautiful Blues’, junto a otros de la última trilogía como ‘Gone Man’, ‘Tremendous Dynamite’ o ‘In My Dreams’. Y quedó claro que los cambios no se debieron sólo a que «E» esté cansado de interpretar viejas canciones en el mismo formato, porque incluso alguna nueva como ‘I Like The Way This Is Going’, que protagonizó el segundo bis (de una canción cada uno) sonó mucho más cañera que en estudio. Es decir, más bien hace lo que quiere con sus composiciones cuando y donde le da la gana, como si fuera casualidad que en los discos sean folkies, electrónicas o lo-fi.

Lo bueno es que como buenas composiciones que son, nunca decepcionan. Lo malo es que, por formato y estilo, es inevitable pensar que el show quizá hubiera pegado más como segunda parte de una gira que ya has visto el año anterior que como el concierto de un grupo que ves por primera vez o no ves desde hace una década, y por tanto, llevas años esperando. 7.

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Publicado por
Sebas E. Alonso