Matthew Dear / Black City

Tras una temporada de recientes y numerosas portadas oscuras en el universo electrónico, como las de Trentemøller, Jimmy Edgar, Phonique, Tiefschwarz o la próxima de Tricky, llega Matthew Dear aportando su granito con la suya, ideada por Will Calcutt, productor creativo del sello Ghostly International, del que Matthew es co-fundador. Para más inri ha titulado el álbum ‘Black City’. Calcutt, junto al estudio Boym Partners, ha creado un tótem de aluminio en forma de edificio que simboliza un rascacielos ennegrecido por el hollín. La pequeña escultura, de la que se ha hecho una edición de 100 unidades, viene acompañada de un código que permite la escucha del disco.


Mucho tiempo ha transcurrido desde el verano del 2007, fecha en la que se editó el sexy ‘Asa Breed‘ y que supuso la heroicidad de unir sonidos de los 80, las producciones de Brian Eno en los 70 y el funky con una voz entre Ian Curtis y David Byrne. Es por eso que ‘Black City’ lo tiene difícil: su antecesor dejó a Matthew en muy buen lugar, algo que entorpece la visión de un siguiente trabajo y que para algunos puede dejar a Dear en el callejón de parecer flor de un día.

Explotando cierto sonido característico en Matthew, ‘Black City’, su cuarto álbum, ofrece en las primeras escuchas una evolución que es de agradecer, pero que a su vez enturbia el magnetismo y la capacidad de seducción instantánea de ‘Asa Breed’. Ahora suena más tenebroso, menos funky y con un registro de voz, tal vez tiznado por el humo de una ciudad industrial, que se asemeja en alguna ocasión al de James Murphy.

‘Honey’, la canción de apertura, junto con el vigoroso bajo de ‘I Can’t Feel’, nos zambulle inconscientemente en un paseo que se inicia de forma tranquila por la «Ciudad» y cuyo ritmo se acelera con los más de nueve minutos de ‘Little People (Black City)’, en los que el mejor Matthew nos lleva por parajes cambiantes de lo más asequibles. En ‘Slowdance’ nos encontramos una atmósfera de oscuridad absoluta, acompañada de unos coros finales que refuerzan su resultado. ‘You Put a Smell on Me’ es electropop honesto, el mismo que Tiga podía haber encajado en ‘Ciao!’. El itinerario finaliza con unas apacibles ‘More Surgery’ y ‘Gem’, esta última un experimento al piano sobre ruidos y sonidos de fondo, demostrando las ganas de entretener de Matthew sin estridencias.

Calificación: 6/10
Lo mejor: ‘I Can’t Feel’, ‘Little People (Black City)’, ‘Soil to Seed’ y ‘Gem’
Te gustará si te gusta: DFA
Escúchalo: en Spotify

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Publicado por
Sr. John
Tags: matthew dear