Ólöf Arnalds @ Moby Dick

Nada más lejos de que Olöf Arnalds, al cantar parte de su repertorio en islandés, se lo vaya a poner difícil al espectador que vaya a uno de sus conciertos en nuestro país. Nada más presentarse, junto a David Pór Jónsso, quiso saber la diferencia entre “good night” y “good evening”, para facilitar un terreno que puede parecer complejo, austero en florituras y escaso en ornamentos.

Tras un comienzo al piano por David, que después pasó a la guitarra acústica, Olöf no sólo llevó la voz cantante, sino que en todo momento estuvo entregada a los instrumentos de cuerda, entre sorbos de una copa que podía ser vino blanco, cava o champán. La simpatía, incluso con la rotura de una cuerda de su compañero, y la sonoridad vocal de Arnalds logró, de principio a fin, que el público fuera respetuoso en todo momento y estuviera a la altura de las circunstancias. Suficiente para que los allí presentes, no más de un centenar, entráramos de lleno en un microuniverso cálido y de fábula longeva.

Vestida de negro y con un discreto colgante, nos ofreció joyas como ‘Innundir Skinni’ o la cara b de este primer single ‘Close My Eyes’, una reinterpretación de Arthur Russell, no siendo la única versión ya que David se agarró a la armónica en ‘She Belongs To Me’ de Bob Dylan. Quizás los momentos de mayor intensidad (el silencio en la sala permitía escuchar el silbido del aire acondicionado), se produjeran con ‘Instance’ (también interpretada en Disco Grande, cara B de su próximo single) y ‘Surrender’, esta última editada junto a la voz de Björk y que con Ólöf Arnalds a solas y en directo funciona tanto o mucho mejor.

Una noche que acabó, para mayor excitación, con la interpretación de dos bises entre el público y fuera del escenario. Hay fábulas legendarias que aunque parezcan imaginarias tienen final feliz. 8.

Foto: Musica.heineken.es

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Publicado por
Sr. John