Crónica FIZ ’10

Con el paso de los años, el Festival Independiente de Zaragoza se está convirtiendo en el tradicional pistoletazo de salida de las Fiestas del Pilar de la capital maña, y cada edición que pasa cuenta con un cartel cada vez más jugoso. Si el año pasado los primeros espadas, Mogwai y Rufus Wainwright, fueron de aúpa, este año el nivel no ha bajado, con Massive Attack, The Go! Team, Pete Doherty o Tim Robbins como las grandes atracciones del evento, con una excelente respuesta por parte del público. Nuevamente, se pudo disfrutar de dos ambientes: uno, el escenario principal donde tuvieron lugar los conciertos y el otro, destinado a sesiones de distintos dj’s. He aquí una selección de lo que se pudo presenciar en la Sala Multiusos del Auditorio de Zaragoza:


Viernes 8:
Tachenko, cada vez más rockeros, hicieron un despliegue de esa potencia que vienen mostrando en sus últimas giras, ayudada por un buen sonido por parte de la sala, hecho que no se prodigaría demasiado a lo largo de la noche. Con el citado ímpetu, y bien arropados al tocar en casa, repasaron su discografía reciente, con temas como ‘Hacia el huracán’, ‘Escapatoria’, y recurrieron a clásicos como ‘Amable’ para finalizar. Tim Robbins y su banda causaron expectación en la mayoría del público durante las dos o tres primeras canciones, y una vez que éste se cercioró de que efectivamente era la estrella de Hollywood, perdió interés en la actuación y se dedicó a hablar, lo cual es una verdadera lástima, ya que el actor metido a cantante tiene un buen disco de debut, del cual interpretó temas como ‘Toledo Girl’ e hizo suya el ‘Folsom Prison Blues’ de Johnny Cash, versionada con clase. Los pocos que estuvimos verdaderamente pendientes de su concierto nos quedamos con las ganas de una próxima cita en un entorno más adecuado.

Pete Doherty ha debido de decidir que lo mejor para sus presentes actuaciones es salir solo a escena y pagar a dos bailarinas de ballet para que le acompañen, en vez de buscarse unos músicos que le den algo de garbo a su directo. El británico interpretó grandes éxitos de los Libertines (‘What A Waster’, ‘Don’t look back into the sun’) y algún tema de su ‘Grace/Wastelands’ (‘Last of the English Roses’), en un estado algo intoxicado, como de costumbre, lo cual no ayudó mucho a su ya de por sí desganada actuación. Parece que estaba más preocupado por beber y fumar porros que por dar un buen concierto, aunque en alguna ocasión parecía remontar el vuelo, para deleite de sus sufridos fans.

Tras el bajón causado por el libertino, llegaba la hora de bailar con los escoceses The Go! Team, a cuya excitante batidora pop/funk/hip-hop le faltó clarísimamente un sonido mejor (¿por qué sonaba tan bajo el micro de Ninja y tan altos los demás?). Aun así, lo dieron todo para hacer bailar a los asistentes, eligiendo temas de sus dos discos, a destacar los que contiene ‘Proof Of Youth’, como ‘Grip Like A Vice’, ‘Doing It Right’ o ‘Titanic Vandalism’. Además adelantaron temas de lo que será su inminente tercer LP, muy prometedor a juzgar por lo que oímos. Su puesta en escena es vibrante, frenética, se cambian los instrumentos entre sí casi en cada canción, y Ninja da tantos saltos que parece una profesora de aeróbic. Un sonido más definido y mejor ecualizado habría sido lo deseable. Los barceloneses Dorian

darían continuidad al bailoteo con su electro-pop, y un repertorio basado en su último disco (‘Salida De Emergencia’, ‘Verte Amanecer’, etc.) y nuevas versiones de temas anteriores, como la de ‘Más Problemas’, cambios que se antojan innecesarios a priori, ya que no aportan nada revolucionario y más bien desvirtúan las versiones originales.

Sábado 9:
El carismático Bigott fue de los primeros artistas designados para dar comienzo a la segunda jornada del festival, y lo hizo con uno de los mejores conciertos, acompañado por su competente banda, junto a la cual tocó temas de su cada vez más extenso repertorio, entre los cuales destacó, por ejemplo, una alargada versión de ‘Dead Mum Walking’, uno de los mejores cortes de su notable ‘This is the beginning of a beautiful friendship’ (2010). Con el directo de Anni B Sweet sucede algo parecido a lo que ocurre con Russian Red: vas a sus conciertos una, dos, o tres veces, y quedas maravillado, con los pelos como escarpias, pero como las veas en más ocasiones, acabas hartándote, pues siempre suele ser el mismo concierto, a veces con los temas en el mismo orden. Vale que ambas disponen solamente de un disco, pero de todos modos este hecho es realmente acusado en el caso de la madrileña y por lo menos la de Málaga introduce alguna novedad, como su acertada versión del ‘Take On Me’ de A-Ha. Lo demás, lo de siempre: ‘Second Hand’, ‘Tumbado en mi moqueta azul’, ‘Oh I Oh Oh I’; excelentes canciones excelentemente ejecutadas, pero ya no tan emocionantes.

El momento estelar de la noche, y casi del festival, llegaría con Massive Attack, quienes están presentando ‘Heligoland’ alrededor del planeta. Poco más hay que añadir sobre su espectacular puesta en escena para quien haya presenciado sus conciertos de Badalona o Madrid, o haya leído la crónica de este último. Con unas estupendas proyecciones y juego de luces, todo gira (músicos incluidos) alrededor de Robert ‘3D’ Del Naja, líder y maestro de ceremonias, quien cede el protagonismo a los diferentes cantantes cuando llega el momento de sus temas: Horace Andy brilló en ‘Angel’ y ‘Girl I Love You’, Martina Topley-Bird dio la talla en ‘Teardrop’ y ‘Babel’, al igual que Deborah Miller en ‘Safe From Harm’ y ‘Unfinished Sympathy’. Grant ‘Daddy G’ Marshall, pese a ser la otra mitad del dúo de Bristol, estuvo en un segundo plano, interpretando ‘Risingson’ junto con Robert o tras los platos en la citada ‘Unfinished Sympathy’, con la que terminó un concierto que habría sido perfecto de no ser porque le faltó un poco más de duración, y, claro, por el lamentable parón que hubo a la mitad al fallar las proyecciones y la iluminación, cosa que no le hizo la más minima gracia a Del Naja, visiblemente molesto al volver al escenario. Hacia el final del evento, We Are Standard pusieron el lugar patas arriba con su punk-funk lleno de ritmo y energía. ‘The Last Time’ y ‘Other lips, Other kisses’ hicieron bailar sin parar al cuantioso número de asistentes que quedaba por entonces. Como quedaba dicho al principio de esta crónica, el FIZ es tradición de un tiempo a esta parte, y con suculentas propuestas año tras año, ha de seguir siéndolo durante mucho tiempo.

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Publicado por
Miguel Sánchez