Lo bueno es que ni siquiera avisaron a Apple o a su compañía de que iban a montar esto. Una muestra de lo que saben hacer ya las aplicaciones de estos aparatos (sobre todo si hay alguien detrás que sepa manejarlas, claro), y de cómo un grupo puede currárselo mejor que cualquier departamento promocional de una discográfica, por muy multinacional que sea.