Lily Allen fue ingresada el pasado viernes por la noche en el hospital y está siendo tratada de una septicemia, una infección en la sangre causada por una bacteria que puede resultar muy grave. Su representante ha dicho que Lily está respondiendo bien al tratamiento y está mejorando, y de nuevo vuelve a pedir que se respete su intimidad en estos momentos tan difíciles. Hace sólo unos días, Lily Allen sufrió un aborto
cuando ya estaba durante el sexto mes de embarazo.