Acompañado de una banda bastante más joven que él, ejerció de líder carismático y socarrón y fue desgranando temas clásicos de su repertorio (la gira actual conmemora el 20 aniversario de la publicación del LP ‘Bizarro’) pero también alguna canción de sus últimos álbumes, como la celebrada ‘Interstate 5’, perteneciente a ‘Take Fountain’, el primer disco que grabó el grupo tras su vuelta en 2005.
El concierto fue en progresión ascendente y a la mitad todo el mundo estaba haciendo el pogo, con ‘Kennedy’ como uno de los momentos culminantes de la noche. Sus famosas progresiones instrumentales, que les llevan a alargar sus canciones hasta más allá cinco, seis o siete minutos, llevaron al delirio a los fans más irredentos de las primeras filas, la mayoría de ellos treintañeros de apariencia tranquila que, una vez terminada la última canción, se colocaron bien el cuello de la camisa y el flequillo y siguieron tomándose una caña como si nada.