«De entrada quisiera agradecer el apoyo y los ánimos que muchas personas me están ofreciendo desde que se hiciera público este asunto. Muchas gracias.
La situación es la siguiente: después de que en la mañana del 23 de noviembre José Emilio López Delgado se pusiera en contacto, mediante llamada telefónica, con mi representante para informarlo de que tenía que dejar de usar el nombre de «Emilio José» en mi actividad musical yo, esa misma tarde, lo llamé de vuelta para conocer de primera mano el asunto y sugerir que era perfectamente viable que los dos nombres coexistieran. Su negativa fue rotunda.
A partir de ahí me informé y descubrí que, para empezar, su auténtico nombre es José Emilio, y no Emilio José. Dejando a un lado lo que esto signifique a efectos legales, es un dato a tener en cuenta por simples razones éticas. Además, y aquí está lo grave, José Emilio López Delgado solicitó el registro de la marca «Emilio José» a día 28 de junio de 2010, según consta en la Oficina Española de Patentes y Marcas. Los trámites finalizaron con la aprobación definitiva de la marca «Emilio José» el día 3 de noviembre de este mismo año. De nuevo, consideraciones legales aparte, que cada quien valore este hecho como le parezca.
Así las cosas, llamo por teléfono a José Emilio López Delgado en la tarde del martes 30 de noviembre para informarlo de mi decisión de mantener mi nombre, explicándole que ante una supuesta demanda tengo derecho a estudiar una posible defensa. Aquí quisiera negar públicamente la acusación de actuar «con chulería» que vierte sobre mí; es más: no sólo yo le hablé con toda la educación y el respeto que se merece cualquier ciudadano sin excepción, sino que precisamente fue él quien después de amenazarme con frases como «te voy a meter una demanda que te vas a cagar» (sic) y «si no quieres por las buenas, vamos a hacerlo por las malas» (sic), se despidió diciendo «si no te cambias el nombre, te van a obligar a cambiarlo» (sic) y colgó.
Al día siguiente, por la mañana, José Emilio López Delgado vuelve a llamar telefónicamente a mi representante insistiendo en que deje de usar «Emilio José» como nombre en mi actividad musical o interpondrá una demanda.
Me llamo Emilio José porque mis padres unieron los nombres de sus padres cuando inscribieron en el Registro Civil a su nieto. Jamás tuve ninguna intención de usurpar, duplicar o engañar con mi identidad la de José Emilio López Delgado. Además, creo que existen sobradas diferencias entre nosotros como para que nadie se confunda entre los dos músicos. Afirmo, radicalmente, que José Emilio López Delgado menosprecia la inteligencia de sus seguidores al asegurar que lo estoy perjudicando y suplantando su personalidad artística.
Por lo tanto, este me parece un problema totalmente superfluo, cuyo origen y motivos desconozco por completo (aunque declaraciones suyas como esta «este chico debería ser el primer interesado en cambiar de nombre, ¿o es que quiere ser toda la vida el segundo Emilio José?», realizada a un periódico de ámbito gallego, pueden arrojar algo de luz a ese respecto) y deseo que termine cuanto antes porque sólo me supone una pérdida de tiempo, tiempo que preferiría estar invirtiendo en menesteres estrictamente artísticos, y una falta de respeto hacia las personas que tan amablemente escuchan mi música, que, a pesar de tener derecho a conocer este asunto, no merecen sufrir los azares de mi situación privada.
Sin más, mientras no haya acciones legales por parte de quien sea, seguiré intentando hacer canciones y conciertos que a veces resultarán mejor y otras peor, pero siempre serán tan honestos como mi nombre, que es Emilio José».