Sin embargo, quienes más han discutido sobre la aplicación, utilidad y efecto de la nueva norma son los hosteleros, que temen que un descenso de asistencia a los locales de ocio en general trastorne a muchos negocios, ya maltrechos a causa de la crisis. Es el caso, por ejemplo, de ECO Madrid, la Asociación Madrileña de Empresarios por la Calidad del Ocio, que ha hecho ver su descontento a lo largo y ancho de la ciudad con carteles publicitarios criticando la puesta en marcha de esta iniciativa.
Está por ver todavía qué sucede durante el próximo fin de semana, que será el primero en el que no se pueda fumar, pero de momento la aplicación de la ley parece que va por buen camino. Javier Estalella (Buenavista DJ), de Razzmatazz, afirma que así cree que es como debería haber sido la ley desde el principio (en referencia a la ley anterior, que permitía fumar en locales de menos de 100 metros cuadrados) y disiente sobre el asunto de que la gente vaya a dejar de acudir a los locales de ocio nocturno a causa de la prohibición: «será cuestión de acostumbrarse a no fumar o a fumar menos. Sería muy triste que alguien se quedara sin ver a un buen DJ o una buena banda por fumarse un cigarro. Será además una nueva forma de socializar, como ya pasa en otras capitales».
En el 12ymedio, una de las salas más populares de Murcia, consideran que los locales con terraza crecerán de una forma significativa, y anuncian que los fumadores más compulsivos «buscarán este tipo de locales». Además, plantean una cuestión muy razonable: en la mayor parte de los países de Europa se permite al cliente salir con su vaso a fumarse el cigarrillo, pero en la mayor parte de España está prohibido beber en la calle de noche, por lo que muchos fumadores se verán en la tesitura de confiar que sus amigos no se ventilen su copa en menos que canta un gallo.
Para Hugo García del Grupo Moby (Moby Dick, Olé Lola, Lolita, Areia…) los problemas son dos. El primero, que el clima económico no ayuda a esta ley, provocando que más gente organice reuniones en casa con el añadido de ahorrar y poder fumar. El segundo son los cada vez más numerosos lateros, que ofrecen cerveza barata a los fumadores en las puertas de los bares y propician que estos permanezcan más tiempo fuera que dentro. No obstante, también confía en una pronta normalización y en un cumplimiento mucho más natural de la norma de lo que esperábamos en un principio, tal y como vamos constatando día a día.
Cristina Cachero, de Intromúsica (Low, Overclub, Pop & Dance, Sal 1 jueves al mes), también pone el acento en los lateros: «la gente saldrá para fumar y comprará cervezas en la calle. Sin embargo, lo más preocupante va a ser la acumulación de gente fumando en las puertas de los locales, con las consiguientes molestias para los vecinos de la calle». Aun así, también confía en un proceso de adaptación natural, similar al de los países de nuestro entorno que han aplicado restricciones similares.
[Fotografía Creative Commons de Roman Pavlyuk]