La suma de todos estos elementos expresada a través de «guitarras, ukeleles, un bajo, un banjo, un teclado, una melódica, un xilófono, el ritmo de un cajón y de una caja, un violín y un piano» ha dado lugar a un EP lleno de momentos personales y detalles. El acabado técnico no es el deseable, pero las ideas aparecen muy claras. ‘Chica mala’ puede ser más típica desde sus guitarras Le Mans y su letra en plan dúo chico-chica más acorde a La Buena Vida que al grupo de Jone Gabarain, Teresa, Ibon y los demás (aunque el tema de la manipulación en pareja siempre da lugar a una de las favoritas del público); pero ‘Los óxidos metálicos’ y ‘Mejunjes’ aglutinan ideas más interesantes.
Decían Solletico en una entrevista reciente que les gustaban los hermanos Paniagua, Eliseo Parra, Antonio Machín y la música medieval y barroca. Todo aparece por aquí (los primeros sobre todo en la música, lo último en las letras) en fascinantes historias que nos hablan de «caballeros de traje español», «capitanes de barco sin timón» o también mundos infantiles de gente que se crió con ‘Barrio Sésamo’.
No termina de ser nada naíf el proyecto. En ‘Mejunjes’ entierran a Ramón Ramírez (el del perro de San Roque) y ‘Las barbas del capitán’ (han dejado lo mejor para el final) está más cerca de ser una historia épica propia de los Decemberists, en la que cada instrumento aporta una sensación nueva a la historia, que una canción sobre la llegada del buen tiempo.
Solletico actúan esta noche (29 de enero) en el Nasti de Madrid.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Las barbas del capitán’, ‘Los óxidos metálicos’, ‘Mejunjes’
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Escúchalo: ‘Bandcamp‘