‘The Cape’, más superhéroes para el prime time

Ideada en principio para sustituir a ‘The Event’ en el periodo de la mid-season, ‘The Cape’ parece estar funcionando medianamente bien, aunque no sea una de esas series que pasarán a la historia por lo buenísimas que son. Claramente inspirada en el mundo del cómic, el dramedy cuenta la historia de Vince Faraday, un policía buenísimo y súper legal cuya vida es arruinada por Chess, un malvado asesino en serie que, además, tiene una posición privilegiada en Ark, la empresa que gestiona la policía de la ciudad, que utiliza para llevar a cabo sus fechorías.

A pesar de su inspiración en las formas, de esa confrontación continua entre superhéroe y villano que chocan constantemente y de su agilidad en las tramas, la cosa tiene pegas. La más importante es que el componente familiar en la serie es bastante fuerte, y el protagonista termina viéndose envuelto en escenas un poco lloricas y sensibleras de más que, al final, terminan hartando a cualquiera. Una vez superado ese pequeño bache -hay que reconocer que, al menos, no está al límite ñoño de ‘No Ordinary Family’-, hay que superar otro: el de los personajes.

Aunque a ‘The Cape’ se le perdonan muchas cosas por su cercanía al mundo del cómic, hay un momento en el que todo es demasiado. El circo de criminales que acoge a Vince Faraday una vez es expulsado de la vida civil es un poco un cuadro, y su única relevancia es que enseñan a un policía normal y corriente a convertirse en superhéroe a través de trucos de magia. Por otro lado está una de las pocas aliadas de The Cape en la ciudad, una blogger empeñada en denunciar a la policía comandada por Ark, y cuyo mote es como de risa: Orwell. Precisamente, la serie intenta tirar del humor en algunos casos, con bastante mal tino, y por desgracia no consigue en ningún momento arrancar risas con los escasos gags

No obstante, si uno escarba un poco más allá de la superficie, es capaz de ver, de forma muy sutil, las intenciones del creador y los guionistas. La confrontación entre lo público y lo privado, y el problema que puede presentarse al ceder determinados servicios que deberían estar controlados por el Estado a empresas privadas, puede llevar a desvirtuar completamente el sistema. Y eso, con los tiempos que está viviendo ahora mismo EE UU con respecto a las diferencias entre público y privado (como la sanidad o determinados servicios que se han prestado al ejército durante la guerra de Irak, por ejemplo) plantea un debate francamente interesante. Aunque es difícil verlo entre tanto artificio.

Calificación: 6/10
Destacamos: que si estuviese mejor planteada, igual hasta era un éxito.
Te gustará si te gusta: la televisión ambientada (que no basada) en el cómic, ‘Sin City’.
Predictor: lleva 4 capítulos y ya ha perdido más de dos millones y medio de espectadores, pero de momento parece mantenerse con buenos datos.