Christina Rosenvinge: «No tengo mucho sentido comercial, como se puede observar»

Christina Rosenvinge publicó la semana pasada ‘La joven Dolores‘, la continuación de su gran obra maestra, ‘Tu labio superior‘, y prácticamente a la altura. Un disco en el que alterna algunos mitos de culturas pasadas con su propia experiencia para dar lugar a canciones tan hermosas como ‘Eva enamorada’ o ‘Canción del eco’. Le preguntamos sobre ellas la semana pasada en una cafetería de Madrid. En las próximas semanas realizará varias presentaciones en directo por todo el país que nadie se debería perder. Fechas en MySpace.


En este disco hay bastantes canciones relacionadas con la mitología, pero tampoco es algo que te haya obsesionado como para llenar todo el disco y hacerlo conceptual, ¿verdad?
No, de hecho es un juego que empecé. Por un tiempo estuve pensando que todas las canciones fueran así, pero a mí misma me pareció insoportable y se me hacía excesivo. Me he inspirado en personajes mitológicos en cuatro canciones, ‘Desierto’, ‘Eva enamorada’, ‘Canción del eco’ y ‘Mi vida bajo el agua’. ‘Canción del eco’ es una adaptación del texto de Ovidio en ‘Las Metamorfosis’, cambiando cosas. El resto son juegos sobre la figura de Eva o la mujer de Lot, pero están hechos con mucha libertad, mostrando una visión más compasiva y menos misógina y mezclando mi propia historia. Fue divertido, pero hacer todas las canciones así me habría saturado a mí misma, por lo que abandoné la idea.

¿Qué canciones tenías antes de la idea de hacer un disco mitológico? Por ejemplo, ¿tenías ‘Jorge y yo’ desde el principio y sabías que no la ibas a dejar fuera por mantener un concepto en el disco?
‘Jorge y yo’ la escribí después. ‘Nuestra casa’ es la única de la etapa anterior a ponerme con lo de los mitos que sobrevivió. Y luego todas las demás son posteriores. El tema de los amores enfermos aparece a lo largo de todo el disco.

¿Por qué elegisteis ‘Mi vida bajo el agua’ como single?
Yo insisto mucho en que me dejen en paz mientras grabo el disco. Nadie sabe lo que estoy haciendo. Pero una vez que lo acabo, no tengo mucho sentido comercial, como se puede observar si se recuerda mi carrera (risas). Si yo elijo lo que a mí me gusta no va a ser lo que le guste al resto. Pero los singles me dan igual. El mismo concepto de single para mí no tiene mucho sentido.

Entiendo lo que dices, pero con esos vídeos tan chulos que te hacen, no me creo que te dé igual rodar uno para una canción que para otra.
En eso tienes toda la razón. Yo habría sacado ‘Canción del eco’, pero era demasiado larga como para hacer un vídeo.

Bueno, la gente de Canadá o Nanouk hace a veces vídeos muy largos y ‘Canción del eco’ parece la canción clave de esta era…
Eso me da la razón. Me parece la canción de peso de este disco. Esa y la última, ‘Debut’, la última que escribí, son para mí las dos canciones más importantes del disco, por razones muy distintas. ‘Debut’ me parece el contrapunto del álbum.

Que el disco acabe con un tema llamado ‘Debut’, ¿lo tenías claro desde que la escribiste o va al final porque la escribiste la última?
Además de ser la última que compuse, es la primera que grabamos. Les enseñé a los músicos la canción nada más llegar antes de que se me olvidara y salió ese final, tan largo que decidí que tenía que ir al final. La letra la escribí después, durante unas vacaciones en la playa. Salió una letra distina, como surrealista, con un tono que se salía del resto del disco, me parecía bonito, como una especie de «continuará».

¿Es habitual que grabes la música de los temas, que sepas que van a ir en el disco, sin ni siquiera tener la letra?
A veces lo he hecho al revés. He hecho primero la letra que luego he decidido que no me gustaba y la he regrabado entera. Salvo esta, tenía esta vez unas maquetas muy completas antes de ir al estudio. De hecho, ‘Canción del eco’ es una sola toma, era una canción muy honesta y muy intensa y no quería trocearla. Fue un poco pesado, lo intentamos de varias maneras, pero cuando di con la buena es lo que ha quedado.

Estás diciendo en las entrevistas que desechaste mucho material y que te agobiaste porque no te salía el disco que querías. ¿Cómo es ese momento en que el artista se da cuenta de que lo que tiene no vale?
Es que esa es la razón por la que unos discos son buenos. Hay que tener la capacidad de tirar a la basura lo que has hecho. Tenía unas canciones con letra incluso y se me cayeron semanas después. Sentía que después de haber hecho ‘Tu labio superior’ tenía un compromiso, ya que ese disco le había gustado a mucha gente que esperaba un disco nuevo. Me daba miedo y por eso quizá intenté hacer canciones ligeras, pero luego me di cuenta de que el camino era el contrario.

¿Tipo ‘Tu boca’?
Claro, eran canciones más pop y me di cuenta de que el camino eran canciones más densas. Pensé que no le iba a gustar a Warner y efectivamente, la idea no les gustó. Pero lo que te sale lo tienes que hacer con fe y hasta el final, porque si no, luego te acabas arrepintiendo.

¿Cuándo te vas a ir a Marxophone?
Pues no sé, probablemente cuando se pueda, no sé (risas)… La verdad es que en Warner tengo un trato preferente y me dejan hacer todo lo que quiero, pero también me gusta mucho la idea de Marxophone y cuando se estaba gestando yo estaba por ahí dando ideas.

¿Cuántos discos te quedan con Warner?


Si te digo la verdad, no lo tengo muy claro. Creo que hay un disco más, pero no sé si… La verdad es que no lo sé.

Cuando se te ocurrió que Georgia de Yo La Tengo cantara en ‘Canción del eco’, ¿te preocupaba que su pronunciación no fuera muy buena?
¿Qué te parece a ti eso?

Bien. Me hace gracia que hayas dicho que Magnetic Fields son una influencia en este disco, porque Claudia grabó con Astrud también coros en castellano. Me pregunto si, en este caso, tú habrías decidido en un momento dado, si su pronunciación hubiera sido muy mala, dejar su colaboración fuera.
Ya había grabado con Biolay y yo he estado cantando en inglés con acento mucho tiempo. A mí me parece que los acentos tienen encanto. También que tenemos que estar abiertos y ser tolerantes. Hay un montón de grupos catalanes que hacen música muy buena y no llega al resto de España. Que hoy en día, cuando compramos música en inglés o francés, tengamos ese prejuicio me parece ridículo. El catalán es un idioma muy musical.

Si no hubiera sido Georgia, ¿quién habría sido?
Se barajaron algunos nombres. Estábamos Steve (NdE: Shelley, batería de Sonic Youth), el técnico, Aaron, y yo en el estudio. Al principio el estribillo pensé que lo cantara un hombre, haciendo de Narciso, pero me parecía un poco de radionovela. Entonces pasé a cantarlo yo, pero necesitábamos otra mujer que hiciera de Eco. En directo lo hace Aurora de Boat Beam, pero estaba en Madrid. Lancé la idea de que lo podría cantar alguien y dije: «hombre, a mí quien me encantaría sería Georgia Hubley, que casualmente tiene el estudio a la vuelta de la esquina» (risas). Steve Shelley y ella no son íntimos amigos, pero tenía manera de conseguir su mail o lo tenía, no lo sé. Le escribí una carta de fan, le mandé la letra traducida, vino al día siguiente y lo hizo.

¿Por qué has incluido en el álbum el tema de Benjamin Biolay, que ya conocíamos desde hace tanto?
Porque era una canción original para este disco. Cuando del Día de la Música me ofrecieron hacer una colaboración europea, a mí no me apetecía hacer una versión porque eso ya lo había hecho el año anterior. Así que les ofrecí la canción que acababa de escribir en ese momento.

El piano de esa canción es muy «chanson». En los créditos viene indicado que lo tocó Benjamin, ¿pero le diste libertad creativa o escribiste tú esa parte también?
Lo tocó él. Es su idea, a mí me sorprendió mucho. Me dijo: «¿puedo tocar?». Buscó como un pequeño tecladillo que tenía y le dije que en este disco tocábamos sobre todo instrumentos acústicos y clásicos. Entonces dijo: «ah, pues voy a hacer un piano». Es una canción complicada porque tiene mogollón de cambios de acordes. Es un talento, me gustó un montón, me gusta mucho Benjamin Biolay.

Él no pudo venir a actuar en los actos de Heineken como estaba previsto, ¿cómo te tomas algo así? ¿Te amarga el día y te deja de mal humor o saliste al escenario a hacer la canción sin más?
De alguna manera yo sabía desde el principio que no iba a poder venir a tocar. Me dijo: «voy a intentar cambiar algunas cosas». Pero en este momento de su carrera y su vida lo tenía súper complicado. Él decía que lo iba a intentar, pero yo sabía que era muy difícil. En un principio iba a cantar su parte Charlie, pero de repente vi a Señor Chinarro en el camerino de al lado, vi la luz, le pregunté si hablaba francés y me dijo: «perfectamente». Le dije: «vamos a ensayar esto» (risas) y lo hizo maravillosamente bien.

¿Desde cuándo llevas colaborando con Aurora de Boat Beam?
Aurora ha estado tocando conmigo desde bastante antes que sacaran su primer disco. Ella hizo la gira de ‘Continental 62’.

En ‘Eva enamorada’ has eclipsado la palabra «semen» con la palabra «cacho». Llama mucho la atención, es como «español» en el disco anterior en ‘Animales vertebrados’, ¿no te parecía un poco vulgar o lo has hecho aposta?
Lo he hecho aposta. Al principio era «un fragmento de edén», pero me dije que no podía decir eso. Era horrorosamente cursi, tenía que cambiarlo. Me gustó lo de «cacho» porque suena como arrancar (NdE: hace gesto de zarpazo) un trozo de edén. Me parecía que podía decir «edén» si decía «cacho», pero si no decía «cacho» no podía decir «edén».

¿Qué es eso que has dicho en una entrevista de que Nacho Vegas no quiere cantar contigo?
Salió de una broma que hice en un encuentro digital. No es que no quiera cantar conmigo. Si surge la oportunidad, haremos otra cosa. Tengo la espinita clavada de que lo podríamos hacer mejor de lo que lo hicimos en el EP. Creo que salieron canciones muy buenas, pero podríamos haber hecho un disco más largo. La gira nos pilló en un momento raro a los dos y tanto las canciones como la gira podrían haber quedado mucho mejor. Como dicen los profesores: «no se ha esforzado suficiente».

¿Cómo te tomas salir en la prensa rosa?
Gracias a Dios no pasa mucho. Si pasara mucho, me agobiaría, pero las veces que he salido, me ha parecido muy gracioso. El Cuore me parece una revista sana. Es una respuesta al exceso de Photoshop que hay en otras revistas. Muestran a las personas en su peor momento frente a otras que presentan, no el mejor, sino una recreación de quién eres, que tampoco es real. Estas apariciones han dado lugar a muchas risas. Cuando salimos Nacho y yo en Diez minutos, nos pareció muy surrealista, esa revista pasó por muchas manos. Pero gracias a Dios no salgo demasiado. Si fuera carne de cañón, la verdad es que no me gustaría.

¿Algún plan como algún EP, alguna gira especial o nuevo vídeo?
Ahora mismo tenemos una gira brutal que estamos preparando. Tengo algunos planes pero como todavía no sé cuál es el que va a salir, no lo puedo contar.

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Publicado por
Sebas E. Alonso