Anunciado a bombo y platillo como una suerte de spin-off de ‘Mujeres Ricas’, el programa falla exactamente donde aquel triunfaba: mientras las mujeres podridas de pasta que sacaban en el primero no necesitaban la televisión para ningún proyecto inmediato (o si lo hacían, lo escondían tremendamente bien); en este caso las princesas de barrio sí precisan a la televisión para que les ofrezca un futuro diferente, que les ayude a sacar un mínimo rédito de la venta de parte de su intimidad. Y si encima a los guionistas todo lo que se les ocurre es explotar a muerte las situaciones más estereotípicas, guionizadas al milímetro y carentes de todo interés, la combinación puede resultar mortal.
La falta de espontaneidad de las tramas se contagia rápidamente a las protagonistas del programa, que se ven en el papel más sobreactuado de su vida, algo que se convierte en un problema, especialmente cuando ellas dicen no ser actrices. Y es así como LaSexta pierde la oportunidad de hacer un retrato sincero de una sub-tribu urbana que realmente existe, y que podría resultar francamente interesante. Pero por desgracia han preferido que el producto final sea facilón y carente de cualquier gracia, precisamente porque es un intento de reírse de este tipo de gente en su cara, pese a que se venda como un relato realista del día a día de cada una de estas personas. Y es por eso por lo que además el programa va a fracasar en su intento de crear un nuevo icono: nadie se va a sentir identificado con ninguna de estas chicas, puesto que el resultado es artificial hasta la náusea.
Calificación: 2/10
Destacamos: Que absolutamente todo en el programa parece más falso que una moneda de 3 euros. Y si no lo es, qué mal ojo para producir la serie.
Te gustará si te gusta: Que te tomen el pelo.
Predictor: Esta semana han bajado casi cuatro puntos de share, aunque se podría achacar a lo masivo del seguimiento de la gala de los Premios Goya.