Su concierto de octubre de 2009 en Joy Eslava parecía una experiencia que se iba a tardar en repetir, pero anoche volvimos a tener a Wire en la capital. Ahora sí, con la Moby Dick llena hasta la bandera, Colin Newman, Graham Lewis y Robert Grey (acompañados en esta gira por Matt Simms a la guitarra), presentaron gran parte de su reciente ‘Red Barked Tree‘ (2011) junto a otros temas de mayor o menor longevidad.
De este último se echó en falta uno de sus mejores cortes, ‘Two Minutes’, pero al menos sí que sonaron ‘Smash’ y ‘Moreover’, cortantes, difíciles de digerir, pero satisfactorios al final. De hecho, así fue gran parte de la hora y cuarto que estuvieron sobre el escenario, evitando los «grandes éxitos» de su repertorio, con la excepción de ‘Kidney Bingos’, de ‘A Bell Is A Cup…Until It Is Struck’ (1988). De ‘Pink Flag’ (1976) tocaron ‘106 Beats That’ y no ’12 X U’; de ‘154’ sonó ‘Two People In A Room’ y no ‘The 15th’, por ejemplo. Ellos son y han sido siempre así, prefieren el camino difícil.
La faceta más melódica y etérea de los británicos también estuvo presente, con ‘Please Take’, ‘Bad Worn Thing’, o ‘Adapt’, todas de su último álbum. Newman y Lewis se iban intercambiando tareas vocales mientras Grey permanecía impasible tras su batería. Con la energía de una banda que empieza y quiere comerse el mundo (los teloneros, sin ir más lejos) despacharon su actuación; dejándonos a los presentes con ganas de mucho más. A ver si con esta racha vuelven pronto. 8
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Noche de punk, post-punk, art-punk y ruido, sobre todo mucho ruido. Telonero contra cabeza de cartel, compitiendo por el trofeo del noise. Con cierta puntualidad y con, por desgracia, no muchos asistentes, salieron Weekend, de San Francisco, cuyo notable LP de debut, titulado ‘Sports’, salió el año pasado. Se mostraron agradecidos y decían estar contentos de estar allí, fuera de la furgoneta, tras haber viajado durante diez horas desde París. Canciones como ‘End Times’, ‘Veil’ o ‘Coma Summer’ ganan en contundencia al ser interpretadas en directo y aunque el panorama de grupos que se fijan en The Jesus & Mary Chain empieza a estar un tanto saturado, al menos estos chicos lo hacen lo suficientemente bien para que queramos seguirles la pista. 7’5