El segundo tema, el atronador ‘Prometo hacerte daño’, en el futuro uno de los favoritos de los fans de nudozurdo, sirvió para que los presentes se metieran en situación, ya con Leo pasando de susurrar confesiones inaudibles a desgañitarse con gritos apocalípticos en tres segundos. Tras ‘No me toquéis’ llegó el primer hit de la noche, ‘Ha sido divertido’, pero fueron pocos los temas de ‘Sintética’ interpretados, siempre salteados cada dos o tres canciones (‘Mil espejos’, ‘Negativo’ y ‘El hijo de Dios’ para cerrar, sin duda la más celebrada).
Un problema de sonido precisamente durante ‘Mil espejos’, con una guitarra que aparecía y desaparecía, enturbió un poco un set que apuntaba a ser sobresaliente, marcado, como siempre, por una banda de lo más solvente y la capacidad de Leo para captar la atención como frontman sin dirigirse al público en ningún momento («muchas gracias» antes del primer bis y ya), sólo gracias a la pasión que pone al interpretar sus letras, a su vez llenas de magnetismo.
Entre las canciones nuevas, mejora con respecto al disco ‘Conocí el amor’, aparentemente no una de las más destacadas, y no pierde nada la estupenda ‘Mensajes muertos’, gracias a la presencia de un quinto nudozurdo que aparece de vez en cuando con una especie de chelo para dotar a algunas pistas como esta de matices. Quizá como pega podría ponerse que el bis se dedicara a interpretar dos canciones desconocidas más, ‘Sueño demo’ y ‘Dosis modernas’ (que también será favorita en el futuro, ya veréis), cuando la sala, llena hasta la bandera, ya estaba agotada. Quizá habría estado bien dejarse un hit para rematar, pero la noticia (si puede ser tal a estas alturas) de lo que sucedió anoche es que nudozurdo tienen ya material para hacer uno de los mejores repertorios de hora y media de nuestro país. Tiempo al tiempo. 8.