‘Who You Are’ es, en general, decepcionante. Sus singles de adelanto, el himno troglofeminista ‘Do It Like A Dude’ y la muy pegadiza ‘Price Tag’, lo son de pleno derecho. Alguna otra canción bien podría haber ocupado su lugar, pero probablemente hubiera hecho sonar las alarmas de bluff mucho antes. ‘Rainbow’, por ejemplo, parece un descarte de Rihanna. ‘Mamma Knows Best’, una de las canciones que Duffy ni siquiera consideró grabar para su último trabajo. Marina Diamandis se habría ofendido si le ofrecen ‘Who’s Laughing Now’. ‘Stand Up’ podría haber estado en el cd oficial del Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010 y nadie habría reparado en ella. Y ‘Abracadabra’… bueno, ‘Abracadabra’ sí hubiera sido primer single de Katy Perry sin problema.
Luego están las canciones que son abiertamente malas, horrendas: ‘I Need This’, que ya conocíamos en versión de Chris Brown; ‘L.O.V.E.’, la llave Allen de las canciones de amor que la propia Jessie se había prometido no escribir jamás (ojo a la letra, que no tiene desperdicio); y ‘Big White Room’, su primera composición, con 17 años, desde la habitación de hospital en la que se recuperaba de un derrame cerebral, que se incluye aquí en una versión en vivo, por el bien del dramatismo de la historia.
Reconozcámosle a Jessie J sus méritos: tiene una voz portentosa, la actitud necesaria para triunfar y un don para componer canciones pegadizas que podría derivar en un futuro fulgurante. El problema es que la brillantez nos la habían prometido ya para este ‘Who You Are’ y, sí, está ahí, se adivina, pero para reconocerla tenemos que obviar la producción, tan de marca blanca, y sobre todo la poca homogeneidad del conjunto, muy a pesar de lo genérico que es todo. Y su voz, ¡ay!, qué manera de volverse en su contra en ‘Big White Room’ o en las versiones acústicas de ‘Price Tag’ o ‘Do It Like A Dude’, con esa necesidad por demostrar que es capaz de hacer cualquier cosa con ella aunque eso signifique forzarla hasta los límites de lo soportable.
Con todo, lo peor de ‘Who You Are’ es que no nos va a servir para despejar la duda de si Jessie J es revelación o timo. Tendremos que esperar a futuros trabajos, a productores con mayor acierto, a composiciones más maduras y a una Jessie J que se encuentre cómoda en un estilo en el que la reconozcamos como ella misma. De momento, nos deja dos o tres canciones que quizá perduren, pero tampoco harán historia, y un sinfín de dudas sobre la pertinencia de las listas de next big things que los medios se afanan en elaborar cada año.
Calificación: 5,8/10
Lo mejor: ‘Price Tag’, ‘Rainbow’, ‘Do It Like A Dude’
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