Las nuevas mejoras se reducen prácticamente al hardware (parece que el nuevo software, el iOS 4.3 seguirá siendo gratuito para todos los que posean un iPad de primera generación) y son básicamente, un nuevo chip mejorado, más rápido; mejor capacidad gráfica; cámara frontal y trasera y un diseño más fino y ligero.
Falta por ver si este nuevo producto les trae tantos problemas como el iPhone 4 (recordemos que su lanzamiento fue un poco un desastre, con los problemas de cobertura), y si definitivamente sitúa a Apple a la vanguardia del mundo de las tabletas, en un momento en el que ellos incluso hablan de la era «post-PC». Vamos, que prácticamente se da al ordenador personal por muerto, incluso forzando el poco el cambio de una etapa que, más allá de toda duda, aún está muy lejos de producirse. Prácticamente sigue habiendo ordenadores en la mayor parte de las casas, pero queda mucho hasta que haya un iPad (o en su defecto una tableta, que con el desarrollo de Android hay competidores muy buenos y a precios más asequibles) en cada casa.