«Quizá resulte un poco extraño el parlamento de 50 segundos con el que comienza ‘Aniversari’, que además se acompaña de unos coros por detrás como muy de película de Disney. Sin embargo, es patente que el grupo catalán no ha perdido su buen hacer a la hora de recuperar una escena de lo más costumbrista (en este caso, una fiesta de cumpleaños) y retratarla a la perfección. La canción no es en absoluto pegadiza (desde luego, no es ‘Ai Dolors’), pero desde sus primeros acordes es francamente adictiva. Guillem Gisbert parece perseguir continuamente a la melodía, que cada vez es más rápida y más rica (se oyen hasta flautas traveseras y violines) y que sigue un camino clarísimo hacia una eclosión final que es simplemente magnífica. Quizá no sea un buen single para escucharlo de buenas a primeras, pero es la demostración definitiva de que ‘Els Millors Professors Europeus’ va a tener una continuación a la altura». Farala.
«La fórmula de Manel es un secreto a voces, pero esta vez se han superado. Si hay algo que podemos destacar del tema es el sentimiento que transmite incluso a la primera escucha. No hay necesidad de repetirlo una y otra vez para apreciar esa melancolía (y algo de alegría, diría yo) que intenta transmitir al hablar de estar con alguien que crece a tu lado. No sabría decir si el poder está más en la letra, que es la fórmula de la que hablaba al principio, o en la música que, esta vez, aunque algo sobrecargada, es perfecta.» Judith
.«Esta nueva canción me hace pensar en si el nuevo pop en catalán, si podemos llamarlo así, no es más que una prolongación de lo que hacen Manel. Un estilo que hace de lo cotidiano preciosista, del detalle una aventura. Además, sorprende la calidad de los arreglos, que recuerdan mucho a los de The Divine Comedy de ‘Absent Friends’; ¿cómo no puede gustar, entonces?». Merridew.
Aunque esa intro, tan celestial que podría estar en las BSO de Marcelino Pan y Vino o Blancanieves, pueda dar hasta risa, en ‘Aniversari’ Manel se muestran magistrales en el uso de un pop orquestal grandilocuente e intrincado (a la altura, por qué no, de los primeros álbumes de Divine Comedy o el Rufus Wainwright más recargado), que por contra sirve de vehículo para una letra sobre cosas pequeñas, imperceptibles, que se asoma peligrosamente al abismo de lo cursi y lo ñoño, pero que con chispa, salero y agilidad logra sortear esas posibles lacras y, sin tachas, emocionar. Magnífico. Raúl Guillén.
«Manel vuelven de la mejor forma imaginable, con una canción cotidiana y emocional como las mejores contenidas en su debut, pero compleja en su estructura y diferente en tanto que da rienda suelta a todas sus ambiciones instrumentales, próximas al musical, la banda sonora (de Tim Burton a Disney) o Sufjan Stevens. Clásico ejemplo de canción anticomercial que triunfa. En realidad, hit seguro». Sebas.
«Ni compleja, ni elemental, es muy evidente que huye de los tópicos del pop de su generación. Puede sonar algo antigua y alimentar sentimentalismos con su letra algo densa, pero es innegable la armonía y transparencia de una propuesta que será muy agradecida de disfrutar en directo. Tal vez sea ese su punto fuerte y tenga mejor recibimiento si viene de un escenario». Sr John.