Souvenir: «Los grupos continuistas aburren mucho»

Por cosas de la vida, el concierto de mañana 2 de abril en el Ocho y Medio de Madrid de Souvenir será uno de los últimos que se celebrarán en la sala, que cierra y pasa a ser, aparentemente, un almacén o una tienda de Zara. Razón de más para no perderse esta cita con el dúo compuesto por Jaime y Patricia, que nos concedió recientemente esta entrevista para hablarnos de su último lanzamiento, ‘Travelogues‘. Aprovechamos también para actualizar el top 10 que hicimos sobre su carrera en forma de Playlist de Spotify. Tras esta fecha en Madrid vendrán otras que puedes consultar en su web.


En vuestra carrera habéis hecho discos muy diferentes entre sí, ¿qué lugar ocupa ‘Travelogues’?
Patricia: «Yo creo que estaría dentro del estilo abierto por ’64’ porque es electrónica, pero recupera cosas de los inicios, como las melodías, que en el anterior estaban más ausentes. Este también es más atmosférico, más ambiental».
Jaime: «Para quien lo hace es difícil verlo tan definido, porque tu trabajo está mezclado con tus vivencias. No veo los compartimentos tan estancos. En ‘Points de suspension’ ya había cajas de ritmos y elementos electrónicos. También depende de cómo la discográfica y los medios reciban tu trabajo. Parece que todo hay que ponerlo en una casilla, pero lo veo todo relacionado».

¿Teníais un planteamiento antes del disco? ¿Queríais hacer con él algo que no hubierais podido o no os hubiera salido antes?
P: «Sí, siempre hay algún planteamiento. Llevaba dos años sufriendo de problemas en la garganta, estaba afónica perpetuamente. Gracias a un amigo médico y a unas vacunas, me he recuperado y tenía muchas más ganas de cantar y recuperar las melodías. No es lo único, pero ha influido. Si te refieres a un análisis de algo que no nos ha salido bien, somos cero racionales, no estamos en la música para ganar dinero ni nada así. Funcionamos a golpe de apetencias personales. No tenemos el objetivo de ir ganando más fans, aunque en ese sentido no nos podemos quejar».
J: «Normalmente te apetece un cambio frente a lo anterior».

Decís que en este disco hay canciones más ambientales, como ‘Coup de coeur’ o ‘Mots’, ¿es lo que más habéis estado escuchando?
J: «Escuchamos de todo, como dice el tópico, «antiguo y moderno». Puede tener que ver lo que oyes, pero nunca sabes por dónde van a ir los tiros. Haces un par de canciones que te pueden pedir un giro más atmosférico y eso te puede marcar una línea a seguir».
P: «Puede influir que con este disco descubrimos el «autoharp», que da un ambiente muy mágico, un tipo de sonido que me encanta».
J: «A nivel de estructura, me he preocupado de no seguir estructuras lógicas, como la parte segunda de ‘Talk To Me’, que cambia el final. La base era muy sencilla de bombo, caja, ningún plato, era como más seca y sencilla y al final acabas la demo y dices: «va a acabar así». Pero todo es muy instintivo, sale de manera natural, a nivel de composición es más sin pensar».

Por primera vez hay más canciones en inglés que en francés. ¿Cómo decidís en qué idioma va una canción?
P: «El rollo de la canción cambia totalmente por el idioma que uses, puede ser más o menos agresiva. Las vamos eligiendo dependiendo de cómo sea esa canción. Algunas en francés pueden quedar demasiado ñoñas».

¿’Talk To Me’ te parece que podría haber sido ñoña en francés?
P: «No sé si esa en concreto hubiera resultado ñoña. Quizá son prejuicios ya de oírte cantar. De repente oírte a ti en otro idioma te resulta como más refrescante».

El single ‘Dance It Away’ dice algo así como que hay que bailar, no importa lo que diga la gente». ¿A vosotros os importa?
P: «Sería maravilloso que no te importara. Cuando te hacen una crítica negativa, te hace reflexionar. Pero también te encuentras tantas opiniones… ¿por qué te vas a quedar con las negativas? Intento que no me afecte».

¿Entonces os referís a las críticas a nivel musical o a nivel social?
J: «A nivel musical y siempre a posteriori. Mientras estás componiendo no estás pensando en los demás. Es cuando llega el momento de lanzarlo cuando te lo preguntas».
P: «Si gustará, no gustará… pero lo piensas y es que no puedes hacer otra cosa porque es lo que te apetecía hacer».
J: «A nivel social, según te vas haciendo mayor, pierdes la identidad como grupo, haces lo que te gusta porque te apasiona».

¿El vídeo de ‘Dance It Away’ es cosa vuestra o de la dirección?
J: «El vídeo es una actuación o sea que a nivel vestuario tiene que reflejar lo que llevamos, pero la idea de vídeo, el guion, es de Nadia».
P: «Es ella la que nos buscó a través de Jabalina. Si nos gusta lo que hace la persona que nos va a hacer el trabajo, solemos confiar 100%. Cuando tuvimos las primeras conversaciones, le mandamos unos vídeos que nos gustaban, etcétera. Sí he influido en el rollo estético, porque es lo que a mí me gusta. Es el primer vídeo que hacemos con una actriz y con elementos de fuera».

En ‘Taboo’ citáis a muchas mujeres. Es como el ‘Vogue’ de Madonna, ¿cómo elegisteis los nombres a citar? ¿alguno que se haya quedado fuera?
P: Había algunas que tenían que salir, como Mamie Van Doren. Ha sido una influencia estética muy importante. Me he sentido muy identificada con ese tipo de mujer rebelde, al margen de lo que el resto considera que tiene que hacer. No tengo muchas referencias de mujeres que me inspiren en la música indie. Bernie Dexter es una «pin-up» de ahora que he conocido en internet. Le compro ropa, es diseñadora, me gusta cómo hace las cosas. Me apetecía homenajear a alguien de ahora, de otro mundo, que no es indie. Tenemos otro tipo de amigos que no son indies, nos llevan a otro tipo de festivales y mezclar estos dos mundos nos apetecía».

¿A qué festivales?
J: «Como el Funtastic Dracula».
P: «Festivales de garaje, rockabilly…».

Hay muchos grupos en Pamplona, pero no parecéis tener muchas cosas en común como los grupos de Gijón o Donosti, ¿por qué creéis que es?
J: «Ha faltado una identidad. Esos sonidos que citas son de los 90, cuando la música era algo más establecido. Pamplona ha tenido el tópico del rock radical, pero si tienes otras inquietudes musicales, no es lo que te interesa. Hubo una escena en los 90 de grupos, pero por ser de provincias quizá no llegaron a trascender, pero sí hubo un hervidero del 94 al 98 de grupos como Desoreka…»
P: «… Greenhouse Effect, Ritual de lo habitual…»
J: «Hacían indie de los 90 básicamente. Algunos miembros de Desoreka pasaron a El Columpio Asesino… y luego hubo una brecha y en la década de los dos mil, no hay una coherencia, como dices tú. Todo está en el mundo de la independencia, porque es el mercado que hay, pero no tiene mucho que ver entre sí. Pamplona es un poco raro en general, esto es otro elemento más».

Sois de los grupos que menos concesiones hacen a su pasado en directo, ¿cómo elegís el setlist?
P: «Vamos a tener que hacer una encuesta y que los fans decidan y así contentar más a la gente… Sí, la verdad es que siempre queremos tocar el último disco y como hay que llevar otras, en este caso elegimos de ‘Drums, Sex And Dance’ y ’64’. Estamos planteando tocar algunas de las primeras. Nos lo dicen, pero para mí en el rollo que llevamos ahora no pega y daría un poco de bajón, no lo veo claro. Pero para los conciertos acústicos, sí. Intentaremos darle el rollo de ahora, aunque seguirán siendo las canciones de antes».

¿Recordáis mal vuestros primeros discos?
J: «Nos gustan y no renegamos, pero cada disco está en otra onda. Bueno, lo que ahora vamos a hacer, se va a parecer más a los grupos normales porque tocaremos canciones de tres discos, pero, sí, reconozco que hemos sido inflexibles».
P: «No éramos conscientes de que la gente echara de menos las cosas. Ahora con Facebook lo ves y dices: «¿cómo no te voy a contentar?». No sabíamos si nos seguía mucha gente o poca gente. Yo empecé muy joven, con 19 años, no me acuerdo muy bien de aquello (risas). No tenía mucha seguridad, no sabía mucho lo que hacía. En aquella época de Souvenir, lo que hacíamos no me llenaba. No es que no me guste, pero me identifico menos. Era un proyecto más de Jaime. También en lo personal, en la música, hemos reflejado la época en la que estábamos y muchas letras hablan de momentos muy difíciles. Me recuerdan cosas que no me apetece recordar».

¿Sois conscientes de que lleváis ya seis discos, muchos más que muchas bandas nacionales?
P: «Sí, igual alguien dice: «estos ya les vale, total, para lo que hacen» (risas).
J: «Hay días que te sientes orgulloso, otras veces dices: «joder, estamos aburriendo al personal». Es un poco egoísta, pero lo hacemos por placer. Si sigue gustando, si nos siguen editando, que es un privilegio en estos tiempos que corren, nosotros encantados. Nuestro balance es que genial».
P: «Si no hubiéramos empezado de cero con ’64’, no sé si seguiríamos, porque yo sí que pienso que las cosas tienen que tener un final. Estamos en este momento y no sé lo que durará. No somos ese grupo de carrera que sabe hasta exactamente dónde quiere ir. Somos amantes de la música y personas inquietas».
J: «Con todos mis respetos, los grupos continuistas me aburren mucho. Como fan de la música te van gustando cosas nuevas y cosas antiguas que descubres nuevas y eso se refleja en la música».
P: «La electrónica te da mucho más juego, o el tipo de música que nos gusta a nosotros, que te permite poder mezclar todo, la sensación de que en el siguiente disco vas a hacer lo que te apetezca… Si a mí me dijera Tanis (de Jabalina): «el siguiente disco tiene que ir por ahí», nos bloquearíamos. Lo que nos mueve es por ejemplo decir: «pues este verano vamos a hacer estas dos canciones».

¿Conocíais el disco de la Human League llamado ‘Travelogue’ antes de titular el vuestro?
J: «El disco lo conocemos, pero es de la época pre-‘Dare’ y la verdad es que, honestamente, no lo relacionamos. Cuando estábamos en el proceso surgió el concepto de Burton Holmes, la época de los viajes, fotografías espectaculares, lo viajero, misterioso, evocador… esa podría ser la referencia. Ya la palabra ‘Travelogue’ en inglés se usa para ese tipo de relatos de viajes. No nos dimos cuenta de que era el título de un disco de Human League, pero si nos hubiéramos dado cuenta, lo habríamos mantenido porque la portada y el concepto es otro rollo».

Jaime, ¿te da pereza seguir con el podcast o te gusta mucho? ¿Hay relación con la música que hacéis?
J: «Hay una relación total, si alguien lo hiciera, comparar lo que he ido poniendo con lo que hemos ido haciendo, supongo que saldría algo. Hay elementos de electrónica, de música de los 50. Ella no los escucha».
P: «Porque las que pone son las canciones que estamos escuchando en ese momento. Se me hace raro oírle hablar todo el rato».

¿Contribuye Patricia?
J: «Alguna vez me dice que ponga algo, pero lo veo como una cosa muy mía».
P: «Hay canciones que te he descubierto, pero son las mínimas. Jaime es una aspiradora, lo absorbe todo, yo estoy en otros menesteres. Pero en esos casos que le aporto algo lo ha dicho porque luego me llega por otros lados. Son canciones que escuchamos. Vivimos juntos y todo lo hacemos juntos, todo lo que hago yo tiene que ver con él y todo lo que hace él tiene que ver conmigo. Llevamos juntos quince años, si quieres, lo puedes poner también (risas)».

Gusta mucho, ¿no? Yo conozco gente a la que no le gusta especialmente Souvenir pero adora el podcast.
J: «Tampoco es que yo tenga feedback. Ahora es en WordPress y se pueden dejar comentarios, pero hay poco movimiento. Tampoco me apetecía que me sugirieran canciones, porque lo veía muy personal».
P: «Yo admiro su constancia, siempre cada 15 días. Si de repente un día falla, se lo reclaman».
J: «Si no lo pongo a primera hora, te dicen: «¿dónde está mi dosis?». A veces he tenido que poner a las ocho que se retrasaba a las doce».

Hoy, uno de abril, tocaba.

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Publicado por
JNSP
Tags: souvenir