En ‘Country Strong’ canta, y mucho. El problema es lo que canta. Ese country pop garrulo y cursilón que llena los estadios de Austin, Dallas y demás ciudades tejanas. Primer obstáculo serio para disfrutar de la película: si no te gusta ese tipo de música es difícil no removerte en el asiento a la tercera canción. ¡Y suenan casi 40!
La Paltrow canta, sí. Y bebe. Y grita. Y llora. Y vuelve a beber. La película es un traje hecho a medida para la esposa de Chris Martin. Una estrellona del country
que ahoga en alcohol sus problemas sentimentales mientras ve como su estatus es amenazado por una emergente cantante interpretada por la “gossip girl” Leighton Meester. Segundo obstáculo: si no te gusta la Paltrow… ¡tú te lo pierdes, porque es lo mejor de la película!Tercer obstáculo. ‘Country Strong’, además de vehículo para el lucimiento de la ex de Brad Pitt, es una de las películas que más clichés y lugares comunes relacionados con la fama y las relaciones amorosas acumula por fotograma proyectado. Son tantos y tan evidentes que es difícil creer que sean ciertos, que se hayan escrito y puesto en imágenes a propósito. Ante eso solo quedan dos caminos: 1) el que lleva en sentido contrario a los cines donde se proyecte la película, y 2) creer que toda esa ristra de topicazos forman parte de una estrategia narrativa superior: la de poner el argumento del filme al mismo nivel que el de la letra de una canción de country pop. 4.