Antònia Font / Lamparetes

Cinco años sin material nuevo de Antònia Font han dado para echarlos mucho de menos, pero también para dar pie al inevitable rumor sobre la disolución de la banda. No solo encajaban algunas cosas -‘Coser i Cantar’ podría ser un magnífico autohomenaje de despedida-, sino que el propio Joan Miquel Oliver (que ha publicado este mismo año un curioso directo fake con Albert Pla) se encargó de avivar el rumor jugando ambiguamente con esa posibilidad. Por fortuna, los tenemos de vuelta con ‘Lamparetes’, con el edificio de Gesa imponente en portada, aún en pie, a pesar de lo mucho que se ha hablado también de su demolición.


El edificio de Gesa sirve, precisamente, de imagen al homenaje al progreso y a los avances tecnológicos que es ‘Lamparetes’. Referente de la arquitectura racionalista, levantado en primerísima línea de costa, protegido como bien de interés cultural pero totalmente abandonado, el inmueble “distorsiona” la visión del skyline de Palma de Mallorca, del que también sobresale la Seu que, de manera irónica, aparece en una de las últimas fotos del libreto. Sin embargo, en las estampas realistas de ‘Lamparetes’, de una forma más o menos explícita, la tradición y el progreso mantienen una convivencia pacífica (y más que pacífica, absolutamente normalizada). En ‘Coses Modernes’, que comparte tesis con ‘The Modern Things’ de Björk, la defensa del progreso es rotunda (“Totes ses coses modernes han esperat molt”).


Más claro y accesible que ‘Batiscafo Katiuskas’, ‘Lamparetes’ nos devuelve a la particular visión de la realidad de Antònia Font, un mundo plagado de referencias de la cultura popular donde lo heroico se vuelve banal (hasta ‘Clint Eastwood’ acaba sus días cenando solo en la cocina) y lo trivial se convierte en épico (el hombre que rompe a cantar en el bar mientras los demás ven el partido de ‘Boreal’). Sigue la habitual apuesta por el pop sencillo, fresco y desprejuiciado, por momentos naíf (los coros de ‘Me Sobren Paraules’, la flauta de ‘Sospitosos’…), pero con especial cuidado por los detalles y los arreglos (impresionante el piano de ‘Icebergs i Guèisers’ o la falsa orquesta final de ‘Pioners’).


El disco se abre con ‘Me Sobren Paraules’ y ‘Coses Modernes’, ejemplos claros de la composición con escritura automática que suele utilizar Joan Miquel Oliver, aunque en ‘Lamparetes’ se hace más patente que en anteriores trabajos su intención por contar historias. Ahí están la narración de la llegada de los pioneros a tierras vírgenes (‘Pioners’), la emocionante escapada nocturna del farero jubilado que aún conserva la llave del faro (‘Es Far de Ses Salines’) o el improbabilísimo cuento de amor bigger than life de ‘Calgary 88’, un hit perfecto, incuestionable, que precedida del single ‘Clint Eastwood’ y de ‘Icebergs i Guèisers’ llevan a ‘Lamparetes’ a su cima. Por medio aún quedan canciones notables como ‘Islas Baleares’, un irónico souvenir de estribillo chapurreado en castellano y parte final en reverse (la repetición de la letra, no un mensaje satánico… ¿o sí?) o ‘Es Canons de Navarone’. En el cierre, ‘Minutos Musicales’ es un notable “instrumental para que asimiles lo que acabes de escuchar”, y no un ‘Cumplimentando Compromisos Contractuales’, entre otras cosas porque ‘Lamparetes’ sale editado en el propio sello del grupo, Robot Innocent.


Cinco años sin material nuevo de Antònia Font hacían necesario que ‘Lamparetes’ fuese algo muy bueno. Y lo es. Por si había alguna duda, los mallorquines confirman una vez más que son referencia imprescindible de nuestro pop.

Calificación: 8,2/10


Lo mejor: ‘Calgary 88’, ‘Icebergs i Guèisers’, ‘Clint Eastwood’
, ‘Boreal’

Te gustará si te gustan: el pop, Joan Miquel Oliver, Mishima

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Publicado por
Xandre