Si en sus discos anteriores encontrábamos destellos de genio (especialmente en ‘Childish Prodigy’ con ‘Monkey’ o ‘Freak Train’) alternados entre sucios arpegios de guitarra y baja fidelidad, en ‘Smoke Ring For My Halo’ no solo logra su obra más sólida hasta el momento sino que, además, la corona con un halo (¿casualidad?) de obra de culto para el underground del futuro. Para su grabación Vile contó con sus Violators, su última y robusta banda de acompañamiento, y con la experiencia en los controles de John Agnello (Sonic Youth, Dinosaur Jr., Screaming Trees) que son artífices de un increíble sonido de baterías y guitarras, y unas ambientaciones magníficas, con una deliciosa pátina de clasicismo rock, sin resultar rancio en absoluto. ‘Smoke Ring…’ tiene un sonido añejo, muy especial, perezoso, como narcotizado, que hace que la melancolía y tristeza de canciones como ‘Baby’s Arms’, ‘Jesus Fever’, ‘On Tour’ o ‘In My Time’ permanezcan flotando en el ambiente cuando se detienen.
Canciones que hacen pensar a menudo en outsiders de la talla del joven Lou Reed o del maldito y venerado Johnny Thuders, pero también (y que nadie se escandalice) en aquellos insolentes y descerebrados (pero encantadores), Guns N’ Roses acústicos de ‘GN´R Lies’. Más allá de comparaciones, Vile demuestra con canciones tan tremendas como ‘Society Is My Friend’ (con esa terrible frase inicial «la sociedad es mi amiga, me hace sumergir en un baño de sangre fría»), ‘Puppet To The Man’ (la más Neil Young) o ‘Peeping Tomboy’ que como compositor está cada día más maduro y arraigado, que su proyección es aún insospechada, y que está reavivando la fe en el rock americano.
Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Jesus Fever’, ‘Puppet To The Man’, ‘Society Is My Friend’, ‘Peeping Tomboy’.
Te gustará si te gusta: el Lou Reed de ‘Transformer’, Johnny Thunders, Deerhunter
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