The Pains of Being Pure At Heart: «Para nosotros no hay «revival» noventero»

‘Belong’, un soberbio segundo LP, trae de vuelta a la actualidad (si alguna vez la abandonaron) a The Pains Of Being Pure At Heart, grupo que, lejos de quedarse estancado en una serie de referencias más o menos obvias, trasciende modas y destaca como posesor de grandes canciones. Hablamos por teléfono con Kip Berman, cantante y guitarrista de los estadounidenses, quienes están a punto de volver a visitarnos para actuar en el Día de la Música Heineken de Madrid, Barcelona y Mallorca. Además, este verano también estarán en el Santander Music Festival y en Vigo Transforma. Detalles en su web.


Es sorprendente que ‘Belong’, pese a estar producido por dos grandes nombres del mainstream como Flood y Alan Moulder, haya salido a la calle de nuevo con Slumberland, un sello indie. ¿Cómo ha sido esto posible?
Hemos seguido con Slumberland porque les tenemos un gran respeto, y nos han permitido hacer el disco que queríamos. No todas las bandas con las que estos productores han trabajado son grandes y por eso les agradecemos que se hayan tomado el tiempo necesario para ayudarnos con el disco.

¿Por qué elegisteis trabajar con ellos? ¿Qué han aportado al disco?
Bueno, ambos han trabajado en algunos de los mejores discos de rock de los últimos treinta años, discos con los que crecimos y siguen siendo de nuestros favoritos. Alan Moulder mezcló ‘Siamese Dream’ de The Smashing Pumpkins, y ha trabajado con Ride, The Jesus & Mary Chain, My Bloody Valentine… y Flood con Depeche Mode y también con Smashing Pumpkins. Sus currículums son alucinantes. Nos han ayudado a conseguir lo que queríamos, un sonido grande, inmediato, visceral.

¿Entonces sonar así fue una idea vuestra y no suya?
Sí, por supuesto. Nos encanta nuestro primer disco, pero al escucharlo, no sé. Queríamos que hubiera sonado de otra manera, algo más inmediato. Habiendo grabado ya un disco, sabíamos perfectamente lo que queríamos para el siguiente. Nos apoyaron y estaban dispuestos a ayudarnos a conseguir esto. Además, saben cómo hacerlo.

¿Tuvisteis miedo de decir «no» si no os gustaba alguna de sus sugerencias?
Hombre, al principio pensábamos que no nos íbamos a atrever a decirle a Flood que no nos gustaba alguna de sus ideas, pero nos dimos cuenta de que para hacer el disco que queríamos, había que dejar las cosas claras en todos los aspectos. Teníamos nuestras propias ideas y sugerencias. Él en realidad estaba allí para ayudarnos, y de hecho le gustó y le motivó que tuviéramos ideas propias.

Fuisteis de los primeros grupos en volver al indie rock noventero, y ahora cada vez hay más gente que quiere hacer algo similar. ¿Qué opináis sobre este revival?
Para nosotros no es un revival. Lo único que nos importa es escribir las mejores canciones posibles. Las buenas canciones tienen algo que les permite trascender épocas. Una buena canción de rock escrita en 1968 sigue siendo buena en 1998 o en 2008. El tipo de música que nos gusta no se limita a un país o a una década en concreto.

¿Qué le ha pasado a vuestra faceta más ruidosa, la que aparecía en canciones como ‘Gentle Sons’?
Creo que las guitarras siguen siendo igual de ruidosas. En canciones como ‘Heaven’s Gonna Happen Now’, ‘Belong’ o ‘Too Tough’ intentamos distorsionar todo lo posible. Tal vez lo que pasa es que ‘Gentle Sons’ tenía mucho feedback, y puede causar esa impresión. También tiene que ver la manera en la que se han hecho las mezclas. Alan Moulder ha mezclado este disco para que suene fuerte, pero a la vez limpio. Nos hemos librado de reverbs, delays y todas esas cosas, porque tal vez emborronaron el primer disco y aquí queríamos mayor imediatez. Estamos orgullosos de ambos discos, de todos modos.

He leído críticas que dicen que habéis vuelto a hacer exactamente lo mismo que en vuestro primer LP, pero la única canción que me recuerda a lo que hacíais antes es ‘Girls Of 1000 Dreams’. ¿Estás de acuerdo?
No sé, al fin y al cabo somos un grupo con un sonido determinado y unas canciones determinadas. Este disco es una continuación del primero, otras diez canciones sentimentales y ruidosas. Hay cosas que han evolucionado, pero esencialmente es lo mismo, y para mí eso es algo bueno.

Algunas bandas americanas rara vez vienen a tocar a nuestro país, pero con vosotros es todo lo contrario. ¿Cuántas veces habéis tocado en España? ¿Qué es lo que os gusta tanto de nosotros?
(Risas) Nos sentimos muy afortunados por haber podido tocar en España. La pregunta más bien tendría que ser: «¿qué es lo que le gusta a España de nosotros?». Porque incluso antes de tener la oportunidad de girar más extensamente por Europa, nos llegaban muchas ofertas para tocar en España, y es algo que nos encanta. Por alguna razón os gusta lo que hacemos y esperamos que os siga gustando, porque siempre estamos encantados de volver.

De todos modos, os tiene que gustar salir de gira, porque parece que no habéis parado de tocar en directo desde que salió vuestro debut. ¿Os lleváis bien en el grupo pese a girar tanto?
Sí, desde luego. Salir de gira es una experiencia única que te lleva a conocer un montón de sitios distintos. Creo que hay que girar todo lo que se pueda; nuestra filosofía es trabajar duro, queremos que nuestra música llegue a la gente. Y además nos gusta estar los unos con los otros.

¿Ha cambiado este nuevo sonido vuestro directo?
Las nuevas canciones son más divertidas de tocar, más dinámicas en muchos sentidos, y todo ello lo hemos aplicado a las viejas, que también disfrutamos al tocarlas.

Tras vuestro debut, editasteis un EP. ¿Hay ahora otro EP en camino?
Por ahora queremos centrarnos en los conciertos, estoy muy orgulloso de las nuevas canciones y quiero tocarlas y compartirlas con la gente. Después, ya veremos.

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Publicado por
Miguel Sánchez