Ron Sexsmith: discografía seleccionada

La cara aniñada y cándida del canadiense Ron Sexsmith, sus hechuras de anti-estrella, no encajan en los patrones estéticos necesarios para triunfar en el pop contemporáneo. Seguramente ya nunca pasará de segundo espada, de artista en la sombra o lo hará solo cuando sea un venerado anciano. Y la verdad es que hasta ahora no tiene ningún disco sobresaliente que cause un furor incontenible, ni un éxito capaz de alcanzar los tops. Pero, ay, si hablamos de canciones, eso es otra cosa. Este cuarentón, iniciado en el showbusiness ya en la treintena, casado y con dos hijos que mantener, ha acumulado en sus veinte años de carrera y doce álbumes de estudio una de las colecciones de canciones más envidiada en el pop rock adulto de las últimas décadas, que le han llevado a ganarse la declarada admiración de figuras como Elvis Costello, Sheryl Crow, Feist, Steve Earle, Nick Lowe o Paul McCartney. Su imperdible visita a nuestro país en estos días para presentar el reciente ‘Long Player Late Bloomer’, con parada en el Día de la Música Heineken el próximo día 19 de junio (después estará en Vigo Transforma y en el Faraday), es una excusa perfecta para repasar sus discos más destacados.


Ron Sexsmith (1995): Su debut indie junto a su primera banda (‘Grand Opera Lane’, con The Uncool) llamó la atención de varias majors, y se llevó el gato al agua Interscope. Su homónimo segundo disco, aún sin despegar del todo, sienta las bases de su carrera de una manera firme y rotunda: melancolía, clasicismo y sencillez al servicio de un pop que tiene sus dogmas en The Beatles y la early Motown. El productor Mitchell Froom, aún con un excesivo gusto por el efecto reverb en la voz que afea un poco las canciones, realiza su trabajo más inspirado para Sexsmith, con arreglos discretos y acertados casi siempre. En cuanto a lo más importante, las canciones, Sexsmith destaca más cuanto más tristes son, como bien demuestran las bonitas ‘Speaking With The Angel’, ‘Galbraith Street’ y ‘There’s A Rhythm’, especialmente la versión producida por Daniel Lanois. Y por encima de todas, resulta inolvidable la enorme ‘Secret Heart’ (un clásico inagotable, como demuestra la versión de Feist en ‘Let It Die’). Raúl Guillén.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Secret Heart’, ‘Speaking With The Angel’, ‘There’s A Rhythm’, ‘Galbraith Street’.
Te gustará si te gustan: The Beatles, Marvin Gaye, Nilsson.
Escúchalo: Spotify

Whereabouts (1999): Como contó el propio Sexsmith en una jugosa entrevista a Nando Cruz (disponible en el reciente número 296 de Rockdelux), sus primeros discos no fueron muy fáciles en lo que a su vida personal se refiere y el deterioro de su relación con su primera esposa, Jocelyn, y sus dos hijos, parece hacerse patente en un disco que, como nada sutilmente muestra esa hoja marchita de la portada, suena al amargo otoño de una relación. Y seguramente por eso, es el disco más sombrío y lánguido de esta primera etapa, pero también el más cohesionado. Ron se muestra vulnerable como nunca en unas letras asombrosamente explícitas, con unas ‘Still Time’ y ‘Right About Now’ que suenan a intentos desesperados de salvar su matrimonio y preservar del posible desastre el amor de sus vástagos. Sin embargo, a medida que avanza el disco la esperanza va desapareciendo, como prueban la crepuscular ‘Doomed’ y una ‘Riverbed’ ante la que resulta difícil reprimir la congoja. Y así, entrega su primer disco realmente notable. Raúl Guillén.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Still Time’, ‘Riverbed’, ‘Right About Now’, ‘Feel For You’, ‘Doomed’.
Te gustará si te gustan: Randy Newman, Donovan, Nick Drake.
Escúchalo: Spotify

Blue Boy (2001): La falta de éxito comercial de sus tres álbumes pretéritos propicia la salida de Interscope a la más modesta Cooking Vynil. Curiosamente, su reconocimiento comienza con este ‘Blue Boy’, producido por un Steve Earle que parece empeñarse en lucir su versatilidad, tocando numerosos palos clásicos, del rhythm & blues (‘Not Too Big’) al jazz (‘Foolproof’). Aunque es uno de sus discos más celebrados por la crítica, adolece de cierta impersonalidad, posiblemente propiciada por el peso de la producción del bueno de Earle, que quizá impone en demasiadas ocasiones sus maneras sobre las de Sexsmith. Con todo, cuenta con un montón de buenas canciones como ‘Tell Me Again’, ‘This Song’ o ‘Don’t Ask Why’, claves en la carrera del canadiense. Raúl Guillén.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Tell Me Again’, ‘This Song’, ‘Don’t Ask Why’, ‘Cheap Hotel’.
Te gustará si te gustan: Steve Earle, Warren Zevon, Twones Van Zandt.
Escúchalo: Spotify

Cobblestone Runway (2002): Uno de los discos más experimentales de su carrera, encuentra al de St. Catharines en un total estado de gracia. Cuidado, experimentar en su caso implica sutileza. La base de sus canciones es tradicional, encontrando la magia a través de una guitarra acústica o un piano, pero Ron quiso dar una vuelta de tuerca añadiendo tímidas bases electrónicas a sus composiciones, como evidencian ‘For A Moment’ o ‘Heart’s Desire’. También es necesario destacar la curiosa y funky ‘Dragonfly On Bay Street’, que si te cuentan que en ella han trabajado Daft Punk (o el último Destroyer), te lo crees. Por supuesto, siempre hay sitio para el Sexsmith más clásico y romántico, como en la tremenda «piano ballad» ‘Gold In Them Hills’ (que además cuenta con una segunda versión en la que canta Chris Martin, de Coldplay), ‘The Less I Know’ o ‘Least That I Can Do’, una canción de agradecimiento ante un amor incondicional. Talento e imaginación inagotables. quietmansmiling

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Gold In Them Hills’, ‘Least That I Can Do’, ‘God Loves Everyone’, ‘Heart’s Desire’, ‘Dragonfly On Bay Street’.
Te gustará si te gusta: los primeros Coldplay, Jackson Browne.
Escúchalo: Grooveshark.

Retriever (2004): Tras el éxito de ‘Cobblestone Runway’ y sus leves texturas electrónicas, Ron vuelve al redil más clásico de la mejor manera posible: con su mejor disco. De nuevo de la mano de Martin Terefe (posiblemente el productor que más partido le ha sacado), Sexsmith se muestra infalible en cada canción de ‘Retriever’, afinando su puntería para los estribillos pero siempre respetándose a sí mismo y su bagaje. La naturalidad de la producción es un acierto que contribuye a sentir a Sexsmith cercano y a empatizar con su felicidad contenida, siempre cargada de melancolía y nostalgia, especialmente en baladas preciosas, sin caer en lo cursi (bueno, no demasiado), como ‘Tomorrow In Her Eyes’ o ‘For The Driver’. Pero esta vez su mayor tino está en los temas más acelerados, una larguísima suma de hits de soul pop adulto a la altura del mejor Elvis Costello, como ‘Hard Bargain’, ‘Not About To Lose’, ‘Wishing Wells’, ‘Happiness’… Imprescindible. Raúl Guillén.

Calificación
: 8,5/10
Lo mejor: ‘Hard Bargain’, ‘Happiness’, ‘Tomorrow In Her Eyes’, ‘Wishing Wells’, ‘Not About To Lose’.
Te gustará si te gusta: Elvis Costello, Ben Folds.
Escúchalo: Grooveshark.

Time Being (2006): ‘Time Being’ reúne a Ron Sexsmith con Mitchell Froom, productor de los tres álbumes que salieron con Interscope en los años 90, pero de una manera distinta. Aquí, Froom decide dejar que los micros capturen lo más esencial, sin más florituras que las de los distintos instrumentos que suenan. La música cabalga entre el minimalismo de la preciosa ‘Snow Angel’, los medios tiempos de ‘Jazz At The Bookstore’ y el pop folk de ‘I Think We’re Lost’. Sin contar con puntos especialmente álgidos, ‘Time’ es una buena colección, compuesta con la clase y conocimiento de alguien que lleva bastante tiempo en el negocio, y que sobre todo se deja degustar una y otra vez sin cargar al oyente. quietmansmiling.

Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Snow Angel’, ‘I Think We’re Lost’, ‘Reason For Our Love’, ‘Jazz At The Bookstore’, ‘Ship Of Fools’.
Te gustará si te gusta: James Taylor, Paul Simon.
Escúchalo: Spotify.

Exit Strategy Of The Soul (2008): Al igual que el disco que grabó Elvis Costello con Allen Toussaint (‘The River In Reverse’, de 2006), ‘Exit Strategy For The Soul’ es una deliciosa y fructífera fusión de culturas y estilos. Martin Terefe, el productor de ‘Strategy’, se llevó a Sexsmith a Cuba para grabar con músicos autóctonos a las órdenes del arreglista Joaquin Betancourt, et voilà, tenemos un disco que, lejos de aires latinos, le aporta un tinte soul/rhythm & blues (muy propio del citado cara a cara entre Costello y Toussaint), gracias a los vientos, coros, percusiones y demás elementos que fluyen por ‘This Is How I Know’, ‘Poor Helpless Dreams’, ‘Hard Time’ o ‘Brandy Alexander’, que además de ser una de las más memorables, cuenta con la inestimable colaboración de Feist (quien ya lo incluyó en su ‘The Reminder’). Los fraseos de trompeta de ‘One Last Round’, en cambio, sí que le confieren un ligero toque sabrosón. Para quienes rechacen el experimento, también hay canciones disfrutables, como ‘Chased By Love’ o ‘Travelling Alone’. quietmansmiling.

Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Brandy Alexander’, ‘Travelling Alone’, ‘Ghost Of A Chance’, ‘Poor Helpless Dreams’, ‘Chased By Love’.
Te gustará si te gusta: Stevie Wonder, Joni Mitchell.
Escúchalo: Grooveshark.

Long Player Late Bloomer (2011): Continuando en la línea de su anterior álbum, a medio camino entre soul y country, la música es excelente de principio a fin en el nuevo álbum de Ron Sexsmith. Otro factor compartido con su predecesor es que parte de la introspección ha pasado a un segundo plano, con temas como ‘Believe It When I See It’ como ejemplo. La parte, eso sí, no implica el todo, pues la melancolía de preciosas canciones como ‘Miracle’, ‘No Help At All’, ‘Late Bloomer’ o ‘Every Time I Follow’ en ocasiones nos recuerdan al Paul McCartney más romántico. El pequeño gran «pero» es la elección del productor; ni más ni menos que Bob Rock, el mismo que echó a perder a Metallica. El amigo Bob pule demasiado el sonido del álbum, dejándolo excesivamente radio friendly. Pese a ello, las enormes composiciones del canadiense trascienden todo tipo de filtro. quietmansmiling.

Calificación: 7/10
Lo mejor: ‘Believe It When I See It’, ‘Get In Line’, ‘Miracle’, ‘No Help At All’, ‘Late Bloomer’, ‘Every Time I Follow’, ‘Love Shines’
Te gustará si: eres capaz de abstraerte de su horrible producción.
Escúchalo: Spotify.

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Publicado por
JNSP