Manel: Cuando todavía apretaba el calor a eso de las seis de la tarde, Manel ofrecieron su set habitual de las últimas semanas, en formato cuarteto, culminado por su versión de ‘Common People’ de Pulp, ‘Al mar!’ y ‘Benvolgut’. Frente a un escenario aún a medio llenar se les vio solventes aunque no tan cómodos como en el Teatro Lara, donde se merendaron a todos los asistentes. Sebas.
Havalina: El tercer escenario del recinto sirvió durante el festival como una tercera vía para quien quisiese algo más que lo principal, y además la oferta era harto interesante. Como ejemplo, Havalina, un «power trio» en toda regla, cuyo último LP, ‘Las Hojas Secas’, sigue adentrándoles en un rock atmosférico con toques stoner que no deja de recordarme al gran e incomprendido ‘Dynamo’ de Soda Stereo, en caso de que éste fuese versionado por Dub Trio. Con canciones como ‘Desierto’, ‘Tu Ciudad’, ‘Objetos Personales’, ‘Sueños De Esquimal’ o ‘Incursiones’ (una de las favoritas del público) tienen la capacidad de llenar pabellones, así que la energía que transmiten se triplicó en el pequeño escenario 2.0. quietmansmiling.
Blood Red Shoes: Hay que ver qué guapa estaba Laura-Mary Carter, incluso sudando la gota gorda. Blood Red Shoes, uno de los grupos más deseados de la invasión británica del sábado, salieron a comerse el escenario, y eso que son solo dos. Sus guitarrazos, junto a los contundentes ritmos de Steve Ansell, lograron el propósito inicial. Con canciones como ‘Don’t Ask’, de ‘Fire Like This’ (2010), llenaron y convencieron. quietmansmiling.
Javiera Mena: La novedad frente a otros conciertos vistos recientemente de Javiera Mena es que esta vez se presentó sin Algodón Egipcio a la guitarra, en formato trío. La idea fue buena porque el concierto tuvo buen sonido y resultó más electrónico, ofreciendo en los primeros minutos las habituales ‘Primera estrella’ y ‘Hasta la verdad’ y en los últimos la ya conocida versión de ‘Yo no te pido la Luna’. Sebas, Elena.
The Hives: Que sí, que vale, que sus últimos discos no son como para tirar cohetes, pero en su estilo no hay quien les supere en directo. The Hives, como siempre, ofrecieron un show muy completo, con una siempre trabajada puesta en escena (esta vez, además de salir vestidos de etiqueta y con chistera, cambiaron las luces de neón por cinco letras gigantes que se iluminaban en la oscuridad). Y no puede haber frontman más enérgico y divertido que Howlin’ Pelle Almqvist, quien intentó dirigirse en castellano al respetable y lograba establecer comunicación en la mayoría de las ocasiones. Con brutales interpretaciones de clásicos (y algunas pistas más recientes) como ‘A.K.A. I-D-I-O-T.’, ‘Die, All Right!’, ‘Main Offender’, ‘Hate To Say I Told You So’, ‘Walk Idiot Walk’ y ‘Tick Tick Boom’, nos llegamos a creer, como no se cansaba de decir Pelle, que son la mejor banda de rock del mundo.
The Ting Tings: Quizá porque The Ting Tings son un dúo, no lograron llenar el escenario 2 del Dcode con la potencia de una enorme banda de rock. Sonaron algo apagados especialmente para la gente que los veía de lejos incluso durante la divertida ‘Great DJ’, que desde los primeros minutos tendría que haber convertido su set en una enorme fiesta. Aunque no faltaron ‘Shut Up And Let Me Go’ y ‘That’s Not My Name’, sólo cuando irrumpió una muy electrónica ‘Hands’ en el remix de Michael Woods, acompañada de unos potentes visuales, aquello triunfó, al parecerse a un concierto de los Chemical Brothers, que era lo que veníamos necesitando. Sebas.
Kasabian: Nunca entenderé por qué Kasabian no intentan plasmar en el estudio lo que hacen en directo: casi lo consiguieron en ‘Empire’ (2006), con una sección rítmica más orgánica, pero en ‘West Ryder Pauper Lunatic Asylum’ (2009) volvieron a las andadas con ritmos electrónicos de los cuales se encarga su batería en vivo. En otras palabras, en sus conciertos convencen, mientras que en disco se suelen quedar a medias. Mientras logran ser una banda de rock a todos los niveles, toca analizar su concierto en el Dcode. Los de Leicester deben de tener una enorme confianza en su repertorio, pues hace falta valor para comenzar con ‘Club Foot’, una de sus mejores canciones, en vez de dejarla para el final. Así lo hicieron, y durante el tiempo que tenían asignado fueron escogiendo canciones de sus tres LPs, como ‘Underdog’, ‘Shoot The Runner’ o ‘Where Did All The Love Go?’, a la vez que presentaban novedades como ‘Velociraptor’. Como curiosidad, enlazaban temas propios con versiones, como ‘Fast Fuse’ con ‘Misirlou’ de Dick Dale. quietmansmiling.
The Sounds: Tras el, para mí, aburrido concierto de Kasabian, The Sounds tenían que entretener tirando de hits bailables perfectos para la madrugada. Lo consiguieron sobre todo gracias a que su set fue mucho más corto y a la energía de la delgadísima cantante y del guitarrista y del teclista, que no dejaron de mover sus flequillos en primera fila durante todo el set. ‘Tony The Beat’, como era de prever, se reservó para casi el final, y tampoco faltaron singles recientes como ‘Better Off Dead’ y ‘Something To Die For’. Sebas.