Buddy Holly resucita por ejemplo en boca del mismo Paul McCartney. Su versión de ‘It’s So Easy’ es más rockera, y con ella uno no queda demasiado descontento, ya que no peca de ninguno de los dos problemas de los discos homenaje: quedarse corto, con una versión demasiado cercana a la original de manera que ni por asomo se supere esta, o pasarse y desvirtuar la canción.
Este último es el caso de ‘Rave On’ de Julian Casablancas, muy al gusto de su carrera en solitario, con segundas voces y guitarras eléctricas que dejan una sensación de desapego y frustración que llevará a los seguidores de Holly a parar la grabación al instante. Por el contrario, Lou Reed sí consigue hacer suya ‘Peggy Sue’. Difícilmente puede reconocerse su revisión si no se escucha la letra, pero Reed hace lo que se espera de él: dar su propio toque al tema abriendo nuevas posibilidades a la canción de Holly.
En el álbum se echa de menos la presencia de otra voz femenina rockera como la de Patti Smith. La cantante se aproxima a Buddy Holly con su revisión de ‘Words of Love’, quizás una de las versiones más delicadas del álbum. La ralentizada, oscura y propia de Florence del ‘Not Fade Away’ recuerda, como también consigue el juego a dos voces de Karen Elson en ‘Crying, Waiting, Hoping’, que los clásicos también pueden interpretarse sin defraudar a los más puristas.
Por tratarse de una de las bandas actuales cuyo sonido más se inspira en el de Buddy Holly, la versión de She & Him de ‘Oh Boy!’ es una de las que más engancha. Por su parte, Fiona Apple y Jon Brion interpretan a dúo la redonda ‘Everyday’, una auténtica delicia encerrada en dos minutos de duración.
Mientras Nick Lowe acierta en quedarse con la esencia country de ‘Changing All Those Changes’ en una canción hecha para el lucimiento indiscutible de las guitarras, una de las apuestas más arriesgadas llega de la mano de Black Keys, con una revisión de ‘Dearest’ que se balancea entre una balada de ritmos californianos y jamaicanos. ‘True Love Ways’ en boca de My Morning Jacket no presenta nada nuevo respecto a la versión de Holly (aunque su gracia igual es que apenas parezcan ellos mismos). Por el contrario, Modest Mouse sí consiguen con ‘That’ll Be the Day’ que uno se dé cuenta de las posibilidades que encierran las canciones. Uno de esos temas que encontramos en este disco que revitalizan, si alguna vez hizo falta, el legado de Buddy Holly.
Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Everyday’ de Fiona Apple y Jon Brion, ‘Oh Boy!’ de She & Him y ‘Words of Love’ de Patti Smith.
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