Vigo Transforma 2011: sábado

La maratoniana jornada del sábado, con conciertos desde las 12:00 del mediodía, fue tema de debate desde el jueves, cuando se anunció la inesperada caída de cartel de Toro y Moi. Lo curioso es que al ver muchos de los conciertos de la zona gratuita (notables los de Marcus Doo & The Secret Family, Odio París -estos dos los únicos no gallegos en el espacio Radio 3/ Mondo Sonoro-, Igloo o La Familia) uno se preguntaba si acaso algunos grupos no merecían estar ya en el escenario grande en sustitución de otro nombre. Y de ahí que el salto de Colectivo Oruga de un escenario a otro, aun siendo una improvisada solución de urgencia por la cancelación de Toro y Moi, se nos antoje casi un hecho de justicia poética. Peor les fue a Disco Las Palmeras! con un concierto que desmereció su gran ‘Nihil Obstat’ en una nefasta combinación de fallos técnicos y mala suerte.


Ya dentro del recinto, Hola A Todo El Mundo, con sus caras pintadas y capas de colores, dieron un buen concierto que flojeó algo al abordar las nuevas canciones de ‘Estela Castiza’, un poco en terreno de nadie. Salieron airosos de un garrafal problema de sonido y de la irrupción entre el público del macrófono de Chiu Longina (un gigante micrófono hinchable que formaba parte de la programación paralela del Vigo Transforma).

Esto de que suba el pan cada vez que Russian Red abre la boca empieza a resultar cansino. En el muelle de transatlánticos de Vigo habló muy poco, pero en algún momento se le ocurrió decir “Qué gusto da tocar al lado de la playa” (cuando era evidente que no estábamos cerca) y en unos minutos la anécdota corría por Twitter deformada. Es una pena que se acabe recordando más esto que un concierto correcto, algo desangelado quizá, donde brillaron más algunas canciones de su segundo trabajo (el inicio con ‘The Memory Is Cruel’, ‘Fuerteventura’ o la impresionante ‘The Sun The Trees’) que las coreadísimas ‘Cigarettes’ o ‘They Don’t Believe’ del primero.

Más cosas que cansan: que la gente identifique a Yann Tiersen únicamente con la banda sonora de ‘Amélie’. Por lo menos en Vigo contentó a los que esperaban a ese Tiersen al tocar, solo y al violín, ‘Sur Le Fil’, pero el concierto se centró básicamente en la versión más rockera del francés. Repasó casi al completo, acompañado de una potente banda, su reciente ‘Dust Lane’ (‘Dark Stuff’, ‘Amy’, ‘Palestine’ o ‘Fuck Me’) y recordó algún inevitable clásico (‘La Terrasse’ o ‘Le Train’). Nadie pudo quedar insatisfecho.

The Pains Of Being Pure At Heart tocaban por la mañana en una boda y por la tarde en el Vigo Transforma. Es con total seguridad el grupo internacional que más conciertos ha dado en Galicia en el último año, así que a estas alturas no puede quedar nadie por descubrir su directo, muy bueno, sí, pero al que no ayuda nada ni la prodigalidad en los bolos, ni la actitud hipotensa con la que se suben al escenario, ni un setlist que empieza fuerte (con ‘This Love Is Fucking Right!’ y ‘Belong’) y cae demasiado rápidamente en lo monocorde.

¿Era posible que The Gift hiciesen ‘The Singles’ en directo, con sus excesivos 12 minutazos y su constante anticlímax? Pues sí, lo hicieron. Claro que a esas alturas ya se habían ganado a todo el público (Sónia Tavares a la cabeza abusando del portuñol), así que a nadie pareció importarle la deriva de los portugueses hacia la espectacularidad pomposa bajo la que se esconden un impresionante directo y un buen puñado de grandes canciones. Escarbando en las toneladas de confeti (un recurso escénico que, sorprendentemente, sigue funcionando), las canciones de ‘Explode’ (‘Made For You’, ‘My Son’ o ‘Let It Be By Me’) suenan más interesantes que en disco, pero hits como ‘Driving You Slow’ hicieron patente que cualquier tiempo pasado fue mejor. Con todo, The Gift fueron los grandes triunfadores de la jornada.

No se quedaron atrás dEUS, aunque la desbandada tras el concierto de The Gift dejaba el recinto medio vacío. Demostraron seguir en buena forma con un directo que se resintió hacia la mitad, cuando presentaron alguna canción de su futuro nuevo álbum, pero que se justificó de manera arrolladora a la hora de tocar clásicos modernos (‘The Architect’) y no tan modernos (‘Suds & Soda’).

Colectivo Oruga
, encargados de abrir el Sónar Galicia dos semanas antes, ahora cerrando el Vigo Transforma, no necesitan más carambolas del destino: juegan en división de honor por méritos propios. Una pena que la gente no se quedase a comprobar lo bien que funciona ‘Too Many Knobs’ en directo, aunque huele a que los gallegos darán mucho que hablar en los próximos años. ¿Alguien se acordó de Toro y Moi durante su actuación? Yo no.

Foto: Janite.

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