Tras el estreno en 2010 de ‘Lápidas y cocoteros’, una canción sobre un joven gótico que vive condenado al verano eterno de un país tropical, grabaron una demo de 5 temas, citando entre sus influencias «las bandas sonoras de las primeras pelis de ciencia ficción, la psicodelia y electrónica experimental de los 60s, el post-punk ochentero, al shoegaze y dreampop de los 90s». Todo ello muy presente en estas dos canciones, ‘Toronjil’ y ‘Paso selvático’, que las hacen sonar como unas Warpaint sumergidas en un océano de sintetizadores y capas o como unas Sleater-Kinney que han aprendido muy bien esa cualidad tan siglo XXI de meter todo lo que te gusta en una batidora. Atentos a las letras, que se van descifrando poco a poco.