Si en algo The Streets ha contribuido a la historia de la música ha sido en la reinvención europea del hip-hop. Abrimos nuestro playlist para Spotify con ‘Turn The Page’, un tema contenido en ‘Original Pirate Material’ y que no fue single pero que sí abría el CD. A día de hoy no sólo tiene vigencia desde su afilado comienzo, sino que presenta justo los sonidos que vienen a la mente cuando uno piensa en cómo resumir el UK Garage en diez segundos. Entre pianos (‘Has It Come To This’), dancehall (‘Let’s Push Things Forward’) y sonidos entre el urban y los instrumentos clásicos, el disco está reconocido como uno de los que mejor reflejan la sociedad británica durante la década pasada. En realidad, no hay lista de lo mejor entre 2000 y 2009 que no incluya este álbum.
Excepto la nuestra. JENESAISPOP escogió ‘A Grand Don’t Come For Free’ (2004) a sabiendas de que nos quedaríamos solos en su reivindicación
. Con el tiempo parece un poco lastrado por su enorme éxito comercial en Reino Unido, donde fue número 1, al igual que la hermosa balada ‘Dry Your Eyes’, pero en su momento Papá Pitchfork lo puntuó con más nota que el primero, un 9,1 sobre 10, NME le otorgaba un 9 y All Music una calificación similar, cuatro estrellas y media. Su espíritu narrativo y conceptual, hablando de un período concreto de la vida de Skinner, lo que incluía una relación, un día de fiesta muy poco divertido (excelente ‘Blinded By The Lights’, una de las mejores canciones de su carrera), una ruptura y el deseo de salir adelante, sumaba puntos.‘The Hardest Way To Make An Easy Living’ (2006) no igualaba los resultados de las dos primeras entregas, pero aún ofrecía singles más que dignos de aparecer en un playlist con lo mejor de The Streets o un setlist festivalero. ‘When You Wasn’t Famous’ y ‘Prangin Out’ tenían bastante «punch» y ‘Never Went To Church’ recordaba lo infalible de recrear a los Beatles.
‘Everything Is Borrowed‘ (2008) devolvía al Skinner que menos gusta a la crítica, el más optimista y sentimentaloide, pero también al más melódico y variado, en un álbum infravalorado y muy teatral de nuevo perfectamente cerrado entre el tema titular y ‘The Escapist’. Finalmente, el que será el último disco de The Streets, ‘Computers and Blues‘, sí mostraba a un Skinner algo decepcionante que, sin sorpresas, entregaba una colección de buenas melodías sin mayor profundidad. En cualquier caso, si repite la estructura de su última y apoteósica visita a nuestro país, Mike demostrará que sabe cómo orquestar un repertorio aunque el disco que presenta no haya sido el más aclamado.