El tercer álbum de Maus se mueve entre las producciones de Kraftwerk y la Human League de finales de los 70 y principios de los 80. Canciones como ‘Keep Pushing On’ pueden sonar en sus teclados muy próximas al revival de la misma época desarrollado por Ladytron, pero en el caso de John hay más matices. Entre letras a menudo ininteligibles y sintetizadores celestiales (‘Streetlights’), Maus ha ido construyendo un sonido propio, casi cósmico, perfecto para sus canciones entre lo apocalíptico y lo ceremonial. Si ‘We Must Become the Pitiless Censors of Ourselves’ hubiera sido escrito por un artista nacional, podríamos decir que ha tomado grandes ideas de ‘La bola de cristal’, lo cual incluye campanas (‘Head For The Country’), un episodio de los ‘Los Munsters’ (‘The Crucifix’) y bandas sonoras perfectas para un laboratorio de la época (‘Quontum Leap’).
Lo machacón de algunas de las letras, como es el caso de ‘Cop Killer’ (no hablemos ya de ‘Rights for Gays’ del disco anterior ‘Love Is Real’), permite bastante espacio para la imaginación. Dejando los largos discursos para las aulas, Maus sabe mantener un punto de misterio en temas tan épicos como el final ‘Believer’, cuyo texto, que parece citar a Hulk Hogan y Jackie Chan, funciona aunque sólo sea un esbozo. Es, desde luego, más que una broma: encierra tanta furia que la podría haber cantado Nick Cave. Y es que por encima de concepciones estéticas, si ‘We Must Become the Pitiless Censors of Ourselves’ es algo más que un ejercicio de estilo es por el número de buenas canciones que contiene.
No hay excusa para elogiar la sofisticación de ‘Keep Pushing On’, de sintes altamente excitantes. Y tampoco para disfrutar de ese ‘Hey Moon’, que podría ser una composición de los Magnetic Fields previos a su trilogía sin sintetizadores, aunque tenga trampa, pues es una versión bastante fiel de Molly Nilsson, que ya incluyó esta pista en su disco ‘These Things Take Time‘ y que aquí hace coros. En cualquier caso, su homenaje a la madrugada (ver portada), con ese «Luna, somos sólo tú y yo esta noche, todos los demás están durmiendo», logra capturar la sensación de intimidad que contienen muchas de estas canciones y el propio título del disco.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Believer’, ‘Hey Moon’, ‘Keep Pushing On’
Te gustará si te gusta: Casiotone For The Painfully Alone, Ariel Pink, Kraftwerk
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