De hecho, escuchando el álbum parece obvio que en USA lo publique el sello Slumberland, ya que tienen muchos más puntos en común con grupos suyos como Brilliant Colors o Liechtenstein. Como estos y sus referentes de los 80, parten del pop 60s de The Sonics o The Troggs y se esmeran en juegos de armonías vocales estilo The Mamas & The Papas, añadiendo un punto oscuro y gótico a la mezcla. Una fórmula que, bien ejecutada, no resulta sorprendente pero sí excitante, inagotable. En el caso del grupo de Roxanne Clifford y Patrick Doyle, no solo lo llevan a cabo a la perfección sino que, además de sonar a The Chills, The Bats o a los primeros R.E.M., saben dar su propio toque, uno que les sitúa a medio camino entre Camera Obscura y The Cramps.
Queda patente que su trabajo con los productores Guy Fixen (ex Laika y uno de las decenas de ingenieros de sonido que trabajaron en ‘Loveless’ de My Bloody Valentine) y Ash Workman (Metronomy, Summer Camp) se ha focalizado en lograr un sonido alejado de sus «rivales» norteamericanos, también retro pero mucho más limpio y alejado del amateurismo que aquellos. Pero la gran virtud de este debut está en sus grandes canciones, no hay más secreto que ese. A los conocidos y magníficos singles precedentes ‘Found Love In A Graveyard’, ‘Beachy Head’, ‘Come On Over‘ y ‘Bad Feeling‘, suman nuevos aciertos como ‘Right Side Of My Brain’, la exquisita ‘Misery’, ‘Stephen’ (tan deudora de la Velvet como de Pixies), ‘The Fountain’, ‘The Box’… Casi podíamos listar cada uno de los temas del disco (quizá solo ‘All Eyes In You’ parece algo por dabajo de la elevada media), tan lleno de eficaces ganchos y estribillos como está. Un debut que no causará ningún tipo de revolución en la música pero sí en nuestras hormonas, embriagadas por el encanto y el candor del más puro pop.
Calificación: 7,7/10
Lo mejor: ‘Bad Feeling’, ‘Come On Over’, ‘Misery’, ‘The Fountain’, ‘Come On Over’.
Te gustará si te gustan: Dum Dum Girls, Vivian Girls, Camera Obscura y The Cramps por igual.
Escúchalo: Spotify
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