Lüger / Concrete Light

Parece que todo en los madrileños Lüger ofrece una imagen sólida y compacta, desde su filiación germanófila en el nombre y los títulos de las canciones hasta su música sin altibajos, que es algo así como el equivalente de Arnold Schwarzenegger.

Aunque sus componentes son perros viejos de la música en España (vienen de bandas tan dispares como Jet Lag, SteelWood, Imposibles, Magic Bus, The Awesome J’Haybers y Tres Delicias), juntos llevan tan solo dos años, en los que les ha dado tiempo a lanzar dos LP’s con formación distinta (este era el primero) que han sido muy bien acogidos por la crítica y a los que sacan todo el jugo en su musculoso directo.

Dos son también los géneros a los que sus seguidores adscriben su música: el krautrock y la psicodelia. El primero de ellos viene de su gusto por estructuras repetitivas estilo Neu! que desarrollan sin ningún pudor en temas que fácilmente superan los seis minutos, así como por los sonidos de sinte de adscripción setentera que suelen usar. El segundo se enraíza en su libertad a la hora de plantear las canciones pero también en el uso de sonidos ligados a ese estilo, como el sitar del corte que cierra ‘Concrete Light’, ‘Zwischespiel/Quidquid Lattet Apparebit’ (que comienza como los títulos iniciales de la película ‘El resplandor’, con una adaptación electrónica de un fragmento de la ‘Sinfonía Fantástica’ de Hector Berlioz).

A pesar de este tema, en su segundo disco parecen haberse decantado más por el aspecto potente de su música que por el evocador. Así, guitarras casi de corte stoner plagan ‘Monkeys Everywhere’ y ‘Dracula’s Chauffeur Wants More’, dos auténticos muros de sonido pesado. Su vertiente más juguetona aparece en los dos siguientes temas, ‘Hot Stuff’ y ‘Shirokovsky Pallasite I’, donde tienen más importancia las texturas creadas por los teclados y el sostén rítmico del bajo. Sin embargo, ‘Shirokovsky Pallasite II’ recupera la pegada rock y se le suma una voz con el eco al diez para sacar algo así como una versión hipervitaminada de Stone Roses.

Las canciones mencionadas son las que aparecen en su Bandcamp, donde puedes consultar las fechas de la amplia gira que empieza hoy y también te puedes descargar el álbum de forma gratuita (puedes pagar por ellos si quieres, ojo), pero las ediciones físicas (vinilo y cd) incluyen una más, ‘Belldrummer Motherfucker’, que a pesar de su agresivo nombre es quizá la menos intensa del disco, construida con sintes al, ahora sí, puro estilo krautrock y recordando a gente como Cluster, Kraftwerk o Brian Eno (el más kraut de los autores ingleses).

La pegada de Lüger está fuera de toda duda: desayunan bandas pop todos los días. Esto es sin duda un aliciente para su directo, pero la sensación es que en el ambiente domesticado de tu reproductor de música casero, falta algo de chicha. Quizá por el escaso desarrollo armónico y melódico de unos temas tan largos o porque falta brillantez en los riffs, en las frases de los instrumentos, que van tan a piñón que no hay sorpresa. Su contundencia les relaciona con los Primal Scream más burros, pero estos tienen una actitud mucho más punk, más libre, menos seria.

A pesar de estas limitaciones, tienen un sonido limpio (‘Concrete Light’ está muy bien grabado) y la riqueza de los sintes les aporta un punto extra para los amantes de la música como puñetazo en la cara.

Calificación: 6,5/10
Lo mejor: ‘Belldrummer Motherfucker’, ‘Monkeys Everywhere’, ‘Zwischespiel/Quidquid Lattet Apparebit’
Te gustará si te gustan: Primal Scream, el stoner rock
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Marcos Domínguez
Tags: lüger