Tori Amos no ha escogido nunca el camino llano y en este trabajo, que en cierta manera la redime de una carrera cada vez más olvidable (‘American Doll Posse’ no estaba tan mal, pero… ¿qué salvamos de ‘The Beekeeper’ o de ‘Abnormally Attracted To Sin’?), vuelve a levantar una magna obra conceptual de inarbacable simbolismo que, como también es habitual, permite lecturas a diferentes niveles de acercamiento. Superficialmente, acompañamos a una mujer que acaba de romper con su pareja desde que cae la noche (‘Shattering Sea’) hasta el esperanzador amanecer (‘Carry’) en un viaje alrededor de la dualidad, ya sea entre cazador/presa, hombre/mujer (desde un punto de vista histórico, social e individual) o, irónicamente, música clásica/música moderna (hilarante, conocidas las circunstancias, ese momento de ‘Your Ghost’ en el que dice “He’ll play a Beatles tunes/ Me, more a Bach fugue/ Is this such a great divide/ Between your world and mine”). Si hasta aquí ya te ha parecido un embrollo, tengo que recordar que esta es solo la interpretación más simple. La complicada, siempre con la idea de contar una historia de la manera más puramente clásica, requiere de libreto e incluye épica, personajes mitológicos e intrincadas metáforas que, por muy habituales en la discografía de la norteamericana, convierten la escucha en laberíntica.
Lo más curioso de ‘Night Of Hunters’ es que, dado el diverso origen de sus referentes (toma prestadas partituras de Satie, Schubert, Chopin, Bach, Debussy o Mussorgsky, entre otros), es uno de sus discos más compactos, tan unitario que se hace difícil pensar en escuchar alguna de sus canciones por separado. De hecho, ‘Carry’ cumplía como single de adelanto, pero no es hasta ubicarlo en el contexto cuando adquiere toda su fuerza. Lo más sorprendente es cómo y de qué manera Tori Amos, aceptando, con toda la carrera que lleva a sus espaldas, correr el riesgo de quedarse sin sus colaboradores habituales, grabar en acústico, ceder parte del protagonismo de su Bösendorfer (siempre omnipresente e imprescindible) a instrumentos de cuerda y viento y poner letra a pasajes que ya hemos asumido como instrumentales, consigue caer de pie y ofrecer uno de sus discos más completos y personales. Y lo más emocionante no es descubrir ese guiño del ‘Star Whisperer’ al ‘Yes, Anastasia’ (o de ambas a Schubert, más bien) sino encontrarnos con la delicada voz de Natashya, hija de Tori, acompañando a su madre en un puñado de deliciosos momentos que un fan tiene que gozar al borde del éxtasis.
Y con la aparición de Natashya quedan aún un par de vueltas de tuerca que darle a este ‘Night Of Hunters’, un disco difícil y que requiere muchísima paciencia, ante el que hay que quitarse el sombrero tanto por el resultado como por abrir una prometedora vía creativa en la carrera de Tori Amos: una) el personaje que encarna la hija, una suerte de hada llamada Annabelle, es, paradójicamente, quien guía a la protagonista a través de su noche de reafirmación y autoconocimiento; y dos) Natashya Hawley tiene, en la actualidad, once años.
Calificación: 7,6/10
Lo mejor: ‘Shattering Sea’, ‘Star Whisperer’, ‘Night Of Hunters’, ‘Cactus Practise’
Te gustará si: tienes algo de música clásica en tu iPod
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