Según Rolling Stone, la reportera del Wall Street Journal lo calificaba como «una colisión entre Donald Trump y Herve Leger», aludiendo a su carácter excesivo, y en general todos hicieron mofa del uso de materiales como el cuero o el pelo, tratándose de una colección de verano. La experta en moda de JNSP, Patata, coincide en el escaso tino del músico: «Es un pastiche. Una mezcla de estilos incoherente, sin sentido. Además, la ropa queda mal hasta a las modelos, no es favorecedora y enseña demasiado para la vida real. Los zapatos son espantosos y la abundancia de cremalleras, un infierno».
La reacción de West a las malas críticas no se ha hecho esperar y ha sido, poco sorprendentemente, muy airada. En una fiesta celebrada ayer como culmen de su presentación, Kanye dio un discurso en el que afirmó haber invertido todo su esfuerzo (y sus ahorros) en esta aventura, y aludió a las críticas: «Esta es mi primera colección. Por favor, no os ensañéis. Por favor, dadme una oportunidad de crecer. Esto no es la cagada de una celebrity. Yo no jodo con celebrities. Yo jodo con los creadores de este lugar, que pasan cada día de su vida intentando hacer de este mundo un lugar más bello». Enternecedor, ¿verdad? Kanye concluyó dando las gracias a los que le apoyan (entre los que mencionó al diseñador y fotógrafo Hedi Slimane) y asegurando que espera seguir creciendo en la moda a partir de aquí.