Un día después de la última Keynote de los de Cupertino, su cabeza visible hasta 1985 y, posteriormente, desde 1996, ha muerto a los 56 años de edad. Y se trata de una gran pérdida, pues en los años que Jobs estuvo al frente de Apple, consiguió hacerla resurgir de lo que —prácticamente— eran sus cenizas. Hizo posible que la compañía de la manzana apostase por nuevos productos, y que diese pasos al frente en el campo de la innovación (rodeándose, eso sí, de un gran equipo). Porque le pese a quien le pese, ha sido Apple quien ha puesto de moda las tabletas, y ha sido Apple la que ha impulsado la inclusión de pantallas táctiles en los teléfonos móviles y la popularización de los smartphones. Es verdad que antes había otros en el mercado, pero ninguno supo entrar en él con la rotundidad que lo hizo Apple.
Es mucho lo que se le critica a Steve Jobs. Por un lado, jamás desarrolló su lado filántropo, y no es conocido, como Bill Gates, por financiar ningún programa fuera de su empresa. Además, de todos es sabido que su sueldo al frente de Apple era de un dólar al año, pero que lo completaba, con creces, gracias a sus acciones en la compañía. A todo el mundo le suenan también aquellas declaraciones de Martin Varsavsky
en las que decía que mientras Bill Gates le había impresionado, Steve Jobs le resultó agresivo, arrogante e intransigente. Puede que sea verdad, y que realmente lo que tengamos de Jobs es la imagen que nos quiso vender de sí mismo, igual que hacía con sus productos.No obstante, es imposible negar que este hombre era un auténtico genio de la comunicación, el marketing y una de las personas más creativas que existían en el mundo. Sabía lo que quería y cómo lo quería, y exigía a su equipo que lo consiguiera. Los productos que se han creado bajo la atenta mirada de Steve Jobs han cambiado nuestra forma de entender la música (iPod), los ordenadores (MacBook), las tabletas (iPad), los teléfonos móviles (iPhone), los sistemas operativos (Mac OS) e incluso las películas de animación (Pixar). Es por eso que ahora más que nunca vamos a echar mucho de menos sus inspiradores discursos, su curioso atuendo en el escenario… y esa maravillosa forma que tenía de revolucionar a su audiencia pronunciando las que probablemente fueran algunas de sus palabras favoritas: «One more thing…»
¿Quién ocupará ahora el puesto de Steve Jobs? Parece que la cosa está por ver, porque Tim Cook no tiene todo el carisma que tenía su predecesor. Sin embargo es de esperar que, si consiguen mantener al equipo que formó Jobs, con el genial Jonathan Ive al frente del equipo de diseño, seguiremos teniendo productos Apple durante muchos años más. Exactamente los mismos que Jonathan Ive lleva sin envejecer.