Al parecer, Amy había dejado de beber dos semanas antes de su muerte, pero había vuelto el miércoles anterior a su fallecimiento
el sábado 23 de julio. Precisamente el mismo miércoles a que corresponde su última aparición pública en un concierto de Dionne Bromfield. El día de su muerte se encontraron tres botellas de vodka vacías en su apartamento.El informe revela también que la noche del viernes Amy recibió la visita de un médico, que la encontró «un poco achispada», pero «tranquila y coherente». La investigación confirma que había dejado las sustancias ilegales.