Colorido show de Coldplay en Las Ventas

Qué fortuna que uno de los grupos más grandes sobre la faz de la Tierra elija presentar su nuevo disco en directo en la ciudad. Una de esas cosas que sólo suelen pasar una vez en la vida. Aunque algo más incómoda para tomar asiento y con un sonido algo más deficiente que el del Palacio de los Deportes (anterior lugar en el que actuaron, concretamente en septiembre de 2008, presentando ‘Viva La Vida’), la Plaza de Toros de Las Ventas fue un marco incomparable (sí, había que recurrir al diccionario de clichés) para alojar el evento, que tuvo como característica excepcional el hecho de ser filmado y retransmitido en directo para todo el mundo, con la dirección del célebre Anton Corbijn.

Dada esta ecuación, no era de esperar que uno de los miembros implicados fuera Mario Vaquerizo, pero así fue, ejerciendo de estrambótico maestro de ceremonias y dando paso a una proyección previa al concierto en las seis pantallas circulares. En ellas se podía ver al grupo junto a Corbijn, discutiendo los entresijos de ‘Mylo Xyloto‘ y comentando las ideas escenográficas que el director tenía pensadas para el show de Madrid. El mini-documental cumplió su función al caldear el ambiente de una plaza en la que no cabía un alfiler.

Con la sintonía de ‘Regreso al futuro’, los presentes se volvían locos al prever que el concierto estaba a punto de empezar, y por fin salieron Chris, Jonny, Guy y Will para mostrar de lo que están hechos en 2011, y de qué mejor manera que con ‘Hurts Like Heaven’, a la vez que fuegos artificiales salían de la estructura del pequeño escenario, ante el evidente asombro de todos. Jugando con la novedad y la nostalgia, y mientras comenzaba a llover, se lanzaron a interpretar ‘Yellow’ con las ganas de la primera vez. Y entre pasos atrás y pasos hacia delante fueron sonando tantas canciones pretéritas como recientes (casi no hubo término medio, ya que apenas visitaron ‘X&Y’), destacando ‘In My Place’, ‘Violet Hill’, ‘The Scientist’ (impresionantes los coros a viva voz del público), ‘Lost!’, ‘Paradise’, ‘Politik’ o ‘Charlie Brown’. Tampoco faltó ‘Viva La Vida’, con su éxito de recepción asegurado, teniendo pinta de quedarse en su set tantos años como ‘One’ en el de U2.

Un síntoma del buen estado de salud del que goza la banda es que tanto los temas nuevos como los viejos éxitos fueron recibidos con parecido entusiasmo. Por suerte, la lluvia dio tregua, oscilando entre chispeante y fina, y también ausentándose un rato, momento que aprovechó el cuarteto para hacer uso del resto del escenario y salir a la pasarela que los llevaba hasta el centro del foso para dedicar unos minutos a su faceta más calmada con cortes como ‘Up In Flames’ o ‘Til Kingdom Come’, tras el cual Martin animó a corear el clásico «oé oé oé» a ritmo de su guitarra acústica. A la hora y cuarto (la duración total no pasó de la hora y media) el grupo se despedía para volver con un emocionante bis: tras la siempre efectiva ‘Clocks’, llegó ‘Fix You’, precedida de un pequeño homenaje a Amy Winehouse por parte de Chris, quien empleó ‘Rehab’ de introducción. ‘Every Teardrop Is A Waterfall’, esa canción colorida que parece justificar las vestimentas del grupo y su inspiración graffitera (hubo pintada de «Madrid» con corazón en la «i» en una pantalla) fue el punto y final del repertorio, poniendo a todo el mundo a bailar mientras una ráfaga de fuegos artificiales salía despedida en sincronía con la canción. Y así, una vez más, Coldplay nos tuvieron comiendo de sus manos. Y que vengan muchas más. Por cierto, ni rastro hubo del experimento interactivo que dijo Chris en la rueda de prensa que querían llevar a cabo, pero, con un repertorio incontestable interpretado con semejante garra, ¿alguien se acordó? 8,5.

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Publicado por
Miguel Sánchez