Durante una entrevista promocional coincidiendo con su fichaje por Elefant para el lanzamiento de ‘Lo nuevo‘, Manolo parecía tener claro que habría más discos de Astrud. » Tengo pensado un disco de diez canciones, cada una de su padre y su madre, sin hilo conductor, unas lentas y otras rápidas, unas de unos temas y otras de otros, como hemos hecho siempre». Curiosamente, contestaba la misma pregunta diciendo: «Esas cosas si las cuentas, luego no salen, pero bueno».
Desde que en 1997 publicaran sus primeras referencias (aquel ‘Devce Citronik’ en el seminal recopilatorio ‘Cosmosound 1’, el inencontrable ‘Astrud EP’ en el sello Acuarela), Astrud han protagonizado muchos de los momentos más felices que el pop, sin más epítetos, ha vivido en nuestro país durante las últimas dos décadas. En cinco álbumes de estudio que nunca han bajado del notable, más un imprescindible álbum recopilatorio de caras Bs, han ofrecido una visión de la vida cotidiana desde una dimensión paralela en la que enamorarse en una discoteca y hablar de tu grupo favorito era tan trascendente como la ansiedad por el futuro y la nostalgia por el pasado. Una dimensión paralela en la que varias generaciones de amantes del pop, de los más variados pelajes y orígenes, hemos encontrado un lugar común que nos une y en el que sabemos que otros sabrán reconocer la verdadera importancia de lo que, en el gris mundo de cada día, parece una nimiedad. Que Manolo sea muy feliz con su familia en Nueva York y que Genís haga muchos (al menos alguno) discos con Carlos como Hidrogenesse, serán el único consuelo durante estos dos años, como mínimo, que nos quedan por delante sin Astrud. Ahora sí que toca decir que «todo nos parece una mierda, menos lo vuestro».