Manos de topo / Escapar con el anticiclón

Manos de topo evolucionan. Desde luego más que los detractores que se quedaron en que no les soportaban por la voz de Miguel Ángel Blanca. Ajenos a ellos y quizá confiados por una pequeña pero fiel base de fans, el grupo sigue parodiando al español llorica medio, que no deja de compadecerse a sí mismo por su mal de amores, entre otros. Las nuevas letras son, como sucedía en las de ‘Ortopedias bonitas‘ y ‘El primero era mejor‘, para recordar en sus casos más evidentes, y para meditar en los más enrevesados.

Entre el primer grupo encontramos la vertiente más romántica de siempre, a veces cerca de la devoción («Con tus dudas fabriqué un universo al revés, donde me quieres más que ayer» de ‘Mentirosa’); y otras cerca del despecho («Sólo destacas por tus zapatos, no por tu forma de andar» de ‘Haz tu magia’). En el segundo, una serie de canciones algo más indescifrables, como ‘Tragedia en el servicio de señoras’, que no hace sino aumentar la fascinación en torno al grupo. Y es que Manos de topo son tan capaces de sonar cerca de la canción popular más clara, tan llena de coros y sabiduría popular que se pega como refranes («el querer a sangre fría no asegura compañía» de ‘En sintonía’); como del surrealismo absurdo de coartada intelectual, que va desde personajes casi propios de ‘La vida de Brian’ a imágenes de ‘El sabor de la sandía’.

La producción de Ramón Rodríguez de The New Raemon sirve de apoyo perfecto para estas inquietudes y contradicciones y las canciones de ‘Escapar con el anticiclón’ son complejas en arreglos y estructuras. Aún hay un exceso de teclados y derivados, pero por lo demás, Manos de topo han conseguido como pocas veces articular su música en base a lo que quieren contarnos, con una voz algo más comedida de Miguel Ángel y más protagonismo de las guitarras eléctricas. ‘Mentirosa’, con una batería seca, gana intensidad en su estribillo, pero se relaja para esa confesión final dependiente y patética; en ‘Animal de compañía’ todo un coro canta lo que todo el mundo sabe menos el destinatario; y de manera más ilustrativa todavía ‘Tus siete diferencias’ evoluciona de lo áspero y desagradable a lo épico cuando se transforma en una preciosa canción de amor en la parte final.

Tras una mitad algo más difícil, entre la que se incluye el avance ‘Maquillar un antifaz’, ‘Escapar con el anticiclón’ se cierra con dos de sus mejores canciones: la ya mencionada ‘En sintonía’, entre cierto costumbrismo folkie y los guiños new-wave; y ‘Mejor sin pijama’, a la que no puedo evitar encontrar dos recuerdos a los Pegamoides probablemente inconscientes e involuntarios (‘Redrum’ y ‘La rebelión de los electrodomésticos’, aunque ellos la ven más bien como una canción de taberna), pero que ante todo destaca por su trabalenguas lleno de referencias pop y clarísimo estribillo «sólo piensas en mí cuando no tienes con quien dormir». Es aquí donde se encuentran los viejos y los nuevos Manos de topo, saludando a su vez hacia el futuro, que esta vez se antoja más claro que nunca: hay grupo para rato. No nos extraña que no hayan podido titular ‘Este sí que es malo‘…

Calificación: 8/10
Lo mejor: ‘Mejor sin pijama’, ‘Tus siete diferencias’, ‘Mentirosa’
Te gustará si te gustan: la canción popular, la sabiduría popular, los refranes, los juegos de palabras y tu novia te ha dejado alguna vez
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Sebas E. Alonso