Hay gente que dice que este es vuestro disco definitivo, que en los anteriores había cosas que sí y cosas que no, pero que este sería el más completo, ¿estáis de acuerdo?
Juan: «Yo personalmente respeto todas las opiniones, pero hemos tenido la misma sensación al acabar cada disco, la de que hemos hecho lo que hemos querido. Cada disco en ese momento ha sido para nosotros nuestro disco definitivo, cuando terminamos el segundo y no sabíamos si íbamos a hacer más, también. Quizá es más realista la percepción de la gente externa, pero nosotros no hemos grabado nada con lo que no hayamos estado de acuerdo».
Eva: «Siempre hemos tenido la sensación de habernos exprimido, de haber hecho todo lo que somos capaces de hacer, al 200%. Lo que sí es verdad es que hay más unidad sónica que en discos anteriores».
Juan: «Pero la dispersión sónica no es mala, ¿quieres decir que es peor?»
Eva: «No, no, pero a la gente que le gusta cierto tipo de sonido le va a gustar más este disco que el disco anterior».
Juan: «Cuando hicimos ‘Estrella de mar’ en maqueta, decidimos destrozar el tipo de producción, pero casi como una boutade, de «vamos a mirarnos en un espejo de los que alteran». Aunque no somos un grupo de electrónica, sí nos gusta y la miramos con fascinación. Decidimos hacerlo por separarnos de nosotros mismos».
Eva: «Empezamos en la música por diversión y nos gustaría seguir así».
Por lo que veo no tenéis una fórmula de trabajo ni era intencionado hacer un disco con más unidad.
Eva: «No tenemos modo de trabajo. Somos desordenados y caóticos con las ideas. Cada canción corresponde con un momento distinto. Juan hace una melodía de voz, yo hago un arreglo de guitarra, otras canciones las empiezo yo… No tenemos un papel que nos defina».
Juan: «Al ser dos, cambiamos mucho los papeles, aunque en directo Eva esté en el centro del escenario. Pero cuando no estamos en el escenario, Eva toca el bajo a veces y yo intento cantar aunque sea con falsete porque ella no puede tocar y cantar a la vez, hago una segunda voz, o igual yo tengo un trozo de canción que me entusiasma pero no estoy seguro de la velocidad y el ritmo… Nos gusta esa sensación de no ser un grupo cerrado. No somos los Rolling Stones, donde cada uno parece que tiene un papel asignado».
Siendo dos, ¿nunca os habéis cansado el uno del otro?
Eva: «Si fuéramos cinco, sería muy difícil componer los cinco».
Juan: «Hay una parte muy solitaria, que es la base de la composición».
Eva: «Sí, que viene de la intimidad del grupo».
Juan: «Es como Amaral en su burbuja, una burbuja que siempre hemos intentando proteger. Pero al desarrollar las ideas, un disco, como una película, se convierte en una experiencia compartida. Abrimos la burbuja cuando llegó Juan de Dios Martín y luego con la base rítmica de Tony Toledo y Chris y ya no era todo el rato Eva y yo. En nuestra vida normal, me encuentro a Eva en un concierto porque tenemos amigos comunes, nos rodean amigos comunes, no somos sólo ella y yo. Yo creo que no nos ha llegado a pasar esa sensación que dices. Incluso una vez me fui al Sahara, flipaba con cosas que veía u oía y tenía la necesidad de llamar a Eva porque está entre mis mejores amigos. El otro día flipaba con un disco y pensaba: «me gustaría que lo estuviera escuchando ella aquí». Nos hemos llevado bien desde el primer momento. Me gusta The Jesus & Mary Chain, pero es que además nos suele gustar la misma canción, el mismo trozo de las cosas que nos gustan. Es misterioso porque los dos somos bastante individualistas y nos costaría mucho escribir con otra persona».
Eva: «Yo soy muy tímida, escribir es una cosa muy íntima y me costaría mucho hacerlo con otra persona que no fuera Juan».
Este disco lo vemos un poco más R.E.M., más Neil Young, más guitarras y sonidos americanos, ¿ha sido así premeditadamante? ¿Estáis de acuerdo?
Juan: No, pero es muy respetable. Lo de las guitarras lo debería decir Eva. Ella es la responsable de que estén más altas».
Eva: «Debido a mi posición en el escenario, tengo las guitarras más altas, incluso fuera de plano, y tenía la sensación de que en directo sonábamos mejor y ganábamos en personalidad. Juan tiene una manera de tocar. El otro día estábamos con Los Coronas y Fernando Pardo hizo una guitarra y sonaba a él, pero Juan la cogía y parecía Juan. Es un tío que lleva el sonido de él, por supuesto influye el modelo de guitarra pero es algo que lleva en sus manos. Cuando tienes algo así, es importante que sobresalga».
Juan: «Ella me dijo esto hace muchos discos. Pero como yo estoy acostumbrado a oírme a mí mismo, no me daba cuenta. Yo vengo del brit, que es mi educación musical, y entonces echaba de menos algunos teclados, ciertas atmósferas que me gustan mucho, como la de ‘Berlin’ de Lou Reed, que es de los clásicos que más me gustan. Eva consiguió sacarme un poco de ahí y convencerme de que fuera a tocar más básicamente, de una forma más primitiva. Es cuestión de presencia, de volumen, creo que por ahí ha venido la evolución del grupo, pero a petición de Eva. Sobre sonar americano, yo creo que mi raíz es más el folk europeo o británico».
Eva: «A mí fue Juan quien me descubrió el folk inglés».
Juan: «Yo venía de Johnny Marr, de Bernard Butler, que aunque son eléctricos, buscan la melodía. Incluso los grupos americanos que más me han interesado son los que crean más atmósferas que potencia. Hasta Sonic youth, aunque sean un grupo potente, tienen una parte ambiental. Yo no voy a compararme con ellos, pero es lo que a mí me impresiona más. Como la primera vez que escuché ‘There She Goes’. Con esa guitarra, me quedé loco. Dije: «nunca haré algo así. El día que haga algo así, me muero».
¿Por esas ganas de sonar en directo habéis quitado arreglos y habéis buscado una producción más austera?
Eva: «Nuestra idea era quitar elementos para que ganaran presencia los que quedaban. Menos es más».
Hay canciones bastante desatadas, como el título del disco, ¿va en concordancia con vuestra salida de EMI, aunque ya habíais autoeditado los dos álbumes anteriores?
Juan: «No, somos muy poco ombliguistas, no estamos hablando de la música, que es un 0,0000% de lo que pueda pasar en nuestra vida. Cuando decimos «Hacia lo salvaje», no hablamos de la banda, sino de una película pequeña. No podemos hacer pelis, pues entonces hacemos canciones. No hay paralelismo entre si tenemos un sello o no lo tenemos».
Eva: «Hablamos de cosas más personales que no vamos a contar aquí ahora mismo (risas). Hablamos de nuestra vida».
Al menos habréis jugado con la dualidad…
Juan: «Sinceramente no, porque realmente cuando estás metido en algo, no te das cuenta. Te puedo contar la anécdota de que la primera vez que oí la canción me la enseñó Eva con la acústica en otro tono, sin los cambios de ritmo y a mí me pareció tan increíble, que me fui a casa impresionadísimo y no paraba de darle vueltas a la melodía, a la parte del cambio. El día siguiente hicimos el cambio de ritmo. Cuando estás tan metido en algo, estás concentrado en desarrollarlo y no ves nada. Después la tocamos en Heliogàbal y en La Palma, y sí vimos que hay gente que la tomaba por ese lado, pero el origen no fue ese. Nunca hacemos canciones sobre estar en una banda, porque es anecdótico. Antes de ser banda somos Eva y Juan».
Eva: «La canción habla de la liberación personal pero no en la parte musical. Decir «Hacia lo salvaje» es como decir: «hacia un futuro incierto porque por muchos planes que haga, la vida te da una bofetada».
La relación con EMI no terminaría tan mal como para generar algo así… ¿O sí?
Eva: «No, de hecho, seguimos teniendo muy buena relación con ellos».
Por lo que comentáis los dos, parece que no estáis ni en Amaral, ¿cómo os podéis abstraer tanto con lo famosísimos que sois? ¿No tiene relación con vuestras vidas estar en Amaral? Muchísimos grupos escriben sobre música, no es tan raro…
Eva: «Nosotros no nos sentimos de esa manera…»
Juan: «Es un poco ficticio, el éxito y todo eso. No podríamos escribir si pensáramos que el grupo se ha hecho conocido. Si llegara ese momento, tendríamos un bloqueo serio. Bueno, igual no. También tiene que ver que hemos hecho esfuerzos por mantener nuestra vida. No nos hemos ido a ningún lado, vivimos en el centro de la ciudad, vamos a los conciertos, huimos de las zonas vip y todo esto y vamos a los mismos bares. Lo único es que a veces alguien te pide una foto. Pero siempre hemos querido que nuestra música nos precediera. Si no, pierdes la capacidad de observación, que para nosotros es básica».
‘Hacia lo salvaje’ es el disco vuestro que más hemos escuchado, pero hay gente que dice que en realidad el anterior ya lo anticipaba y que estaba igual de bien, ¿qué opináis? Juan, por ejemplo, decías que te había sorprendido mucho ‘Hacia lo salvaje’.
Juan: «La primera vez que Eva me mostró ‘El universo sobre mí’, cuando dice «necesito alguien que comprenda que estoy sola en medio de un montón de gente», tuve la misma sensación, la de «esto justifica una canción». Pero no fue porque pensásemos que había algo nuevo. Lo que pensé es que el proyecto de canción me parecía una pasada y me puse en el modo «qué puedo aportarle yo a esto». Por otro lado, creo que no hemos hecho ningún disco igual que el anterior. Si alguien del espacio exterior escuchara un trocito de diferentes canciones los podría ordenar. Aunque sí tenemos un sonido por la voz o por nuestra manera de tocar. Nosotros siempre hemos estado en el mismo sitio musicalmente, el de hacer canciones que transmitieran algo».
¿Habéis tenido reacciones de fans especialmente negativas? Da la sensación de que ha gustado menos a vuestros fans.
Juan: «Especialmente positivas. En Twitter hemos flipado».
¿Ni siquiera habéis escuchado que hay menos canciones pegadizas?
Eva: «Yo creo que son buenas canciones, sinceramente. Respeto la opinión de todo el mundo. Hay gente que le parece más o menos directo. Hay opiniones tan diversas, que si hiciéramos caso a todas, seríamos bipolares (risas). Nuestros amigos, gente que escribe en la web… nos dicen cosas curiosas, porque están enfrentadas. Lo escucho y lo respeto pero hemos hecho lo que mejor sabíamos hacer. No nos hemos planteado si las canciones son más o menos directas, sino que sean buenas».
¿Intuíais que no ibais a salir en 40 Principales con este disco?
Juan: «No, es que tampoco nos enteramos. Nunca nos ha preocupado mucho eso. Siempre hemos respetado a todos loS medios. Que una revista nos quiere hacer una entrevista, nos parece respetable, que no nos saca, también nos parece respetable. Las emisoras son libres de programar lo que quieran. Nosotros nos tenemos que mantener lejanos de todo lo que no sea música y tocar en directo. Entre los dos nos hemos ayudado a pasar de todo lo demás. Y luego es que tampoco tenemos tiempo de preocuparnos, sobre todo ahora. Eva casi no ve la tele, yo no escucho la radio, somos más de leer, de ver lo que ha llegado por internet…»
Eva: «Yo soy de ver películas».
¿Cómo cuáles?
Eva: «Estoy viendo una y otra vez pelis de Woody Allen y durante el disco estaba con Sergio Leone, en el mundo del western».
Juan: «Somos mucho de ir al cine, tenemos una lista de cosas que no hemos podido ver, porque muchas veces coincide con ensayos o salir a tocar».
¿Cómo ha surgido este vídeo tan extraño para ‘Hacia lo salvaje’? ¿No queríais salir, expresamente?
Eva: «Sí, que no saliéramos, queríamos algo distinto. La canción tiene mucha emoción. Queríamos una idea en la que no saliéramos nosotros y que se transmitiera esa emoción, pero que no fuera muy obvia».
Juan: «Yo nunca tuve claro que tú no querías que saliéramos».
Eva: «Lo hablamos… (se ríe) Entre las ideas que llegaron estaba la de Titán Pozo, que ya había escuchado la canción, nos mandó un feedback muy bueno y nos propuso la idea de la tortuga. Hizo un montaje con imágenes de animales. Si salía iba a ser complicado de rodar, porque había que rodar en Latinoamérica, pero vi la demo y dije que sí».
Juan: «Lo que sí recuerdo es que Eva me lo envió y se pensaba que no me iba a gustar y lo vi y dije: «sí». Le escribí un «sí» súper grande en el mail. Queríamos algo distinto, pero no sólo porque fuera distinto, sino que tuviera algo que ver y estuviera justificado».
Eva: «Como me gustan tanto las animales, me sentía más identificada con una tortuga que con la típica idea de una niña corriendo por el bosque».
Se os puede percibir como un grupo que hace canciones de amor y ya está, pero en realidad, hay un punto muy oscuro y trágico en este disco. Incluso hay pistas muy pesimistas, como ‘Riazor’, ¿estáis en un período más oscuro de vuestra vida?
Juan: «Nunca hemos hecho canciones de amor y ya está, yo creo. Las canciones de amor que hacemos tienen un punto bastante…»
Eva: «…pesimista»
Juan: «Oscuro. Cuando salió ‘Sin ti no soy nada’, esa canción escondía un sentimiento turbio. El que no lo haya sentido, mejor que no lo sienta.
Bueno, lo sienten hasta los políticos…
(risas) Juan: «Creo que ha habido siempre una oscuridad para el que lo haya querido entender, más allá de lo sonoro».
Eva: «De todas formas en este disco sí hay una intención de ir hacia la luz, no sólo por ‘Antártida’. Veo que es un concepto que se repite. Hay una búsqueda de la luz».