Unknown Mortal Orchestra

Con un nombre como Unknown Mortal Orchestra te puedes esperar muchas cosas (y no todas buenas, hay que decirlo). Además, con una imagen de portada como la de su homónimo disco de debut, que parece ocultar algo, la curiosidad se dispara. Y al saber que son de Nueva Zelanda, patria del tipo más raro del pop (por decir algo) actual, Connan Mockasin, uno siente tanta atracción como pavor ante lo que se puede encontrar.

¿Y qué es lo que hay en este disco? Pues melodías pop pasadas por una instrumentación lo-fi que juega con ritmos que tiran hacia el funk gracias a la fuerte presencia de un bajo saturado y una batería seca, pero en el que las guitarras tienen un papel importante combinando punteos entre lo bonito y lo extraño con acordes cortantes.

Su web oficial describe su sonido como «Captain Beefheart, Sly Stone y RZA improvisando el tema principal de un show televisivo para niños demasiado oscuro para ser emitido». Las referencias se agolpan en la cabeza ya que la música de ‘Unknown Mortal Orchestra’ desprende cierto aroma de refrito de muchos estilos: la no wave a lo James Chance and The Contortions, un funk-pop a medio camino entre David Bowie y Prince e incluso el aire despreocupado de los Moldy Peaches.

Sin embargo, las canciones son pegadizas, empezando por el primer corte, ‘Ffunny Ffrends’, el tema con el que se dieron a conocer en 2010. El sonido casi de demo, sin sutilezas, se acopla perfectamente a canciones sencillas pero tirando hacia lo raro como ‘Biocycle’, ‘Jello and Juggernauts’ (que tiene una muy resultona intro de guitarra) o ‘Little Blu House’. Por otro lado, cada vez que escucho el principio de ‘Though Ballune’ no puedo evitar pensar en la Velvet Underground, mientras que ‘Boy Witch’, con una introducción de ruidos selváticos, me recuerda a una mezcla entre The Cramps y los Beach Boys, y ‘Strangers Are Strange’ es un ejemplo de buen funk pop.

¿Y quién es el responsable de todo esto? La mente pensante detrás de Unknown Mortal Orchestra es Ruban Nielson, que regresó a su Nueva Zelanda natal tras haber estado viviendo en Portland, Oregón, donde tocaba en una formación punk-pop bastante desprejuiciada llamada Mint Chicks. Regresó a las islas donde se crió buscando un trabajo normal y corriente pero no pudo evitar de nuevo la llamada de la música, dando una vuelta de tuerca al estilo de los Mint Chicks y añadiendo a las canciones un ritmo más sincopado.

En resumen, el debut de la Unknown Mortal Orchestra llama la atención en un primer momento por su sonido descacharrado pero la mantiene gracias a unas canciones que esconden un corazón pop y un espíritu más lúdico que iconoclasta. Y, por si fuera poco, el disco es lo suficientemente corto para que lo hayas escuchado entero sin darte cuenta.

Calificación: 7,5/10
Lo mejor: ‘Ffunny Ffrends’, ‘Jello and Juggernauts’, ‘Little Blu House’
Te gustará si te gustan: James Chance, Moldy Peaches, The Velvet Underground, Ganglians
Escúchalo: Spotify

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Publicado por
Marcos Domínguez