Algunas de las pistas de ‘Walls’, de su trabajo junto a Ellen Allien y de Moderat con Modeselektor fueron un antecedente de este álbum, que cuando no se acerca abiertamente a los sonidos más minimalistas de Jónsi y Thom Yorke tanto con sus grupos como en solitario, suena tan delicado como una banda sonora escrita por Yann Tiersen en 2001 (el último Tiersen podría asemejarse más a sus momentos más intensos).
‘Sweet Unrest’, un delicado casi instrumental basado en coros celestiales abre el disco. Da paso a una serie de canciones que, de diversas maneras, reflejan la sensación de pérdida y desesperanza, siendo una de las más evidentes, con permiso de ‘Song of Los’, la que tiene título en castellano, ‘Candil de la calle’ («Long have I waited here / for nothing to come / A sequence of twisted turns / that can’t be undone / But you catch yourself trying»). ‘Black Water’ y ‘Ash / Black Veil’ son buenos singles, aunque para el momento más emotivo del disco, Apparat ha decidido no cantar, posición en la que cada vez se le ve más cómodo, y dejar el protagonismo a la olvidada (hasta nuevo aviso) Soap&Skin
, todo un precedente de Zola Jesus. ‘Goodbye’, un explícito drama de alcoba, sobre una cama para más señas, es una de las joyas de un álbum muy compacto en el que sólo desentona lo forzado de algunas letras con respecto a la música. Por lo demás, resultados excelentes, fruto más que probable del mimo con que se ha hecho. Y para muestra, la edición en vinilo.Apparat actúa este 9 de diciembre en el Apolo de Barcelona.
Calificación: 7,8/10
Lo mejor: ‘Goodbye’, ‘Black Water’, ‘Ash / Black Veil’
Te gustará si te gusta: Moderat, Jónsi, Radiohead
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