The Smashing Pumpkins, no apto para fans casuales

La tercera encarnación de la banda de Billy Corgan (con el jovencísimo Mike Byrne a la batería, reemplazando al legendario Jimmy Chamberlin y la bajista Nicole Fiorentino en lugar de Ginger Reyes) pasó el miércoles por Madrid como parte de la gira ‘The Other Side of the Kaleidyscope’. Las entradas para su actuación en La Riviera llevaban semanas agotadas, como era de esperar ante un evento de estas características. En otra época actuaban en recintos como el Palacio de los Deportes, así que esta se presentaba como una buena oportunidad para disfrutar de esta mítica formación en un espacio más reducido.

¿Qué podía hacer Corgan para volver a subir los peldaños del éxito? La opción más clara habría sido recurrir a sus hits más celebrados, pero parece que eso era demasiado poco reto para el frontman: en un set de casi dos horas, la renovada formación de The Smashing Pumpkins repasó buena parte de lo que será ‘Oceania’, su nuevo LP, y para recordar tiempos pretéritos, dedicaron el resto del repertorio a temas de ‘Gish’ (1991), ‘Siamese Dream’ (1993) y ‘Mellon Collie And The Infinite Sadness (1995), como ‘Siva’, ‘Soma’, ‘Geek U.S.A’ ‘Thru The Eyes Of Ruby’ o ‘Silverfuck’, de larga duración y complejo desarrollo, evitando claramente el camino fácil, y en sintonía con el renovado interés de las nuevas canciones por la psicodelia (el diseño del escenario, con coloridas luces y dos flores/ventiladores gigantes de espejos también apuntaban las mismas maneras). A favor de este planteamiento está el hecho de que los temas clásicos siguen sonando igual de bien y ya no hay aburridos medleys con arreglos nuevos como en la gira de ‘Zeitgeist’ (2007). En contra, el (por otro lado valiente) riesgo de jugársela ante parte del público, seguidor de la banda de un modo menos acérrimo. Este sector pareció mínimo a fin de cuentas, pues los aplausos, coros y palmas al aire se sucedían canción tras canción.

Hacia el final del concierto, Billy y sus chicos se ablandaron un poco y nos regalaron ‘Cherub Rock’ y, tras la falsa despedida, un bis de un único tema, ‘Tonight, Tonight’, evidentemente el más celebrado de la noche. Parecía que se iban a lanzar con más hits, pero ahí acabó todo ante la sorpresa de los presentes, que exigían otra. Fue una pena comprobar en un setlist impreso que aún tenían canciones como ‘Zero’ o ‘Bullet With Butterfly Wings’ por interpretar, pero por alguna razón las dejaron al margen. Aun con todo, ofrecieron un buen espectáculo y, aunque siempre quedará la ilusión de ver a la formación original reunida (aunque tal y como está D’Arcy, parece bastante improbable), la idea de Smashing Pumpkins hoy en día sigue teniendo razón de ser. 7’5.

Ringo Deathstarr, a quienes ya vimos en el Teatro Lara como teloneros de Dean Wareham, están acompañando a Smashing Pumpkins en su actual gira y de paso presentando ‘Colour Trip’, su álbum de debut. Aprovechando la mayor potencia y capacidad de La Riviera y, claro, el rodaje de todo un año dando conciertos, hicieron sonar sus imponentes composiciones, como ‘Tambourine Girl’, ‘Two Girls’ o ‘Do It Every Time’, recordando a unos jóvenes My Bloody Valentine. Como curiosidad, Jeff Shroeder, guitarrista de los cabezas de cartel, se subió para tocar varios temas. A ver si para la próxima ocasión que nos visiten, vienen ellos solos y tocan más rato, que su talento lo merece. 7.

Foto: Diariopop en Flickr (Surfer Rosa)

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Publicado por
Miguel Sánchez