«No acabo de entender muy bien cómo una artista capaz de dotar a las canciones de su debut de una frescura que hacía imposible que no te gustasen es capaz de adelantar su segundo trabajo con un single tan sumamente soso. No hay absolutamente nada que destaque en ‘Black White and Blue’, salvo una letra bastante insulsa, y no hay forma de que una vez la escuchas, te acuerdes de algún detalle. Queda esperar a comprobar si el resto de ‘Anxiety’ recupera el tono de su primer trabajo, pero mal vamos si nos tenemos que guiar por el single presentación». Nicolás del Moral.
«Después de un primer disco cargado de singles en los que pesaba más la inmediatez que la reinvidicación de los 80, la neozelandesa se ha tomado demasiado en serio su nuevo trabajo. Innegable una producción impecable, pero predecible y lejos de alinearse con el resto del repertorio que conocemos». Sr John
.«Una producción dura y casi lo-fi hace que una canción o te guste o te parezca estridente. ‘Black, White & Blue’ es de este tipo de canciones que, aunque sucias, transmiten luminosidad. La melodía tiene cierto saborcillo noventero a gente como Elastica, a pop electrónico inglés que encajaría en la banda sonora de ‘Trainspotting’. Si te la pones por la mañana vas a empezar el día con energía, aunque quizá si piensas que puede acabar en cualquier lista de éxitos comerciales la veas como un «guilty pleasure»». Merridew.
«Más que a los 80, ‘Black White & Blue’ huele a rock rancio noventero. Recuerda a tantas cosas de esta década que odié, desde Joan Osborne a los Roxette de ‘Joyride’… Quiero que me guste, pero no». ACM.
«Después de ‘Paris Is Burning’ o ‘Dusk Till Dawn’ es obligatorio reseñar el single de regreso de Ladyhawke. Lo malo es que no hay mucho que decir ni para bien ni para mal. Ni veo un hit, salvo vídeo-milagro, ni una canción que hunda carreras. Continúa la reivindicación de glorias pasadas en un tema macarrilla que, por su principio, da muchas ganas de ponerse el resplandeciente ‘Velvet Elvis‘ de Alex Winston». Sebas.