Una nueva visita de Arctic Monkeys volvía anoche a abarrotar otro recinto de la capital. Subiendo de categoría tras la ocasión anterior (concierto de presentación de ‘Humbug‘ en Vistalegre), la banda de Alex Turner llevó a las masas al Palacio de Deportes, con casi todo el aforo disponible vendido. Los juegos de luces y sombras primaban en una puesta en escena bastante parecida a la de la citada gira, pero no por ello menos efectiva. Se hizo la oscuridad y el alboroto generalizado anticipaba lo que estaba a punto de ocurrir. Ya sobre las tablas, Alex (con su nuevo look pseudo-rockabilly) & cía comenzaron su set con un buen golpe de efecto, como fue empezar con los densos riffs del estupendo single ‘Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair’ y durante una hora y veinte minutos, que se hizo brevísima, incidieron bastante en sus dos primeros álbumes, para mayor goce de los presentes: nuevos temas como ‘Black Treacle’, ‘The Hellcat Spangled Shalalala’ o ‘Library Pictures’ se entrelazaban con ‘I Bet You Look Good On The Dancefloor’, ‘Brianstorm’, ‘The View From The Afternoon’ o ‘Teddy Picker’.
Sí es cierto que queda la sensación de que tanto ‘Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not’ como ‘Favourite Worst Nightmare‘ siguen siendo los favoritos del público, pero también hay que constatar que los giros enrevesados de sus últimos lanzamientos han sido estupendamente aceptados. Servidor hubiese deseado escuchar más temas de ‘Humbug’, pero solo desgranaron ‘Crying Lightning’ y ‘Pretty Visitors’. Mejor pasarlo por alto, porque en realidad pocas pegas se les pudieron poner al cuarteto, quienes, con un asombroso dominio no solo de sus instrumentos, sino además de los tiempos de un recital, nos llevaron al desenfreno en varias ocasiones y no solo hay que tener buenas canciones para ello, sino también maestría para mostrarlas. Con ‘When The Sun Goes Down’ hicieron la clásica falsa despedida, para volver con un bis de tres temas que culminó con la siempre sensacional ‘505’, para la que evidentemente contaron con Miles Kane y su guitarra. No llegaron a la hora y media y por ello supo a poco, pero lo que se pudo saborear estuvo delicioso. 8
.Durante la espera para entrar al recinto se podía escuchar en las colas dudas al respecto de si se llegaría a tiempo de ver al telonero, cuando muchas veces al artista invitado se le presta bastante poca atención, pero cuando ese artista es Miles Kane, casi todo el mundo estaba allí a la hora del comienzo, viéndole salir a escena. Probando sobradamente que él también puede manejarse con tamaña audiencia, la otra mitad de The Last Shadow Puppets salió a comérselo todo y vaya que si convenció. Además de canciones de ‘Colour Of The Trap‘, como ‘Rearrange’ o ‘Counting Down The Days’ y alguna cara b como la genial ‘The Responsible’, adelantó un tema nuevo, titulado ‘The First Of My Kind’, que podría formar parte de sus segundo LP. Por méritos, algún día debería estar al frente de un cartel similar. Grande. 8.