El disco ha tardado una eternidad en llegar a las plataformas digitales de streaming tipo Spotify y tampoco lo colgasteis en Bandcamp. En resumen, la gente no lo ha podido probar en dos meses, ¿para vosotros lo importante era lanzar el CD y no que la gente os escuchara?
Entiendo lo de la eternidad como una manera de hablar, en un tiempo en el que todo va a toda hostia motivado por los medios, que necesitan novedades constantemente para dar de comer a la trituradora. En cualquier caso, lo importante es que la música llegue y para eso ha de ser escuchada. Aunque la gente que compramos discos sabemos que la experiencia no es la misma accediendo a él que escuchando las canciones en internet. Pero vamos, no había ánimo de esconder nada, porque semanas antes de la edición un amigo estrenaba una canción en su blog cada miércoles. Ni la cosa daba para tanto como para hacer de esto parte de una campaña, como en el caso de Coldplay; simplemente, hay cosas que es difícil controlar. Y si no las colgamos antes en el Bandcamp fue por dejadez.
Hay una norma no escrita que dice que los discos españoles de debutantes no pueden salir a últimos de noviembre o en diciembre porque pasan totalmente desapercibidos: no aparecen en las listas, luego la gente no lo escucha porque ya no es la novedad… ¿no habéis oído hablar de esta norma?
De Norma Duval, sí, pero de la norma que comentas no… Teníamos ganas de que saliera cuanto antes, sin más. Lo demás se nos escapa, a nosotros y a nuestro sello.
En el álbum hay maravillas tipo Spector-girl group (‘Mala memoria’). ¿Crees que canciones como esta podrían tener lugar con un cantante masculino o tenías claro que a Amaia la iba a sustituir una chica por el tono de las canciones, etc?
Antes de montar el grupo tenía claro que la cantante iba a ser femenina, por la sonoridad de las canciones que tenía en mente. En mi opinión, si estas canciones estuvieran cantadas por una voz masculina quedarían un poco forzadas, por las letras… Se perdería ese toque naif inocente que tienen algunas. Phil Spector hizo grandes producciones para voces masculinas como John Lennon, Leonard Cohen, Ramones o Righteous Brothers, pero creo que es en los grupos de chicas donde más brillaba. Para mí los de The Ronettes o The Crystals son discos de cabecera.
‘La ciudad ardiendo’ es muy Beach Boys y ‘Mar diamante’ más bossa, lo que se contrapone a otros grupos que has tenido o en los que has tocado antes, ¿vas llegando a estos sonidos con la edad o siempre te han gustado?
¿Por qué habéis hecho un vídeo para ‘Dime qué vas a hacer’ y no para ‘La reina’, que era vuestra canción emblema?
Cada canción tiene su recorrido o ciclo. La canción de ‘La Reina’ fue nuestra carta de presentación, el grupo empezó a sonar gracias a esa canción y ya está, hizo su misión. No creo que tuviera mucho sentido que la volviéramos a utilizar de nuevo como single del disco. Era una canción que la gente ya había escuchado. Hay canciones que nos molaban más, como ‘Dime qué vas a hacer’ o ‘Que cunda el pánico’, que va a ser el segundo single y de la cual estamos preparando un nuevo vídeo.
El vídeo tiene una carga sexual que no me había dado cuenta que podía tener la canción, ¿y eso? ¿O sí la tenía?
Sí que puede reflejar lo que comentas, pero la letra habla más bien sobre el hedonismo, que la vida son dos días y que hay que aprovecharla y exprimirla al máximo. Se podría resumir como: «vamos a pasarlo bien y que le den por culo a todo que igual no hay un mañana».
En realidad… ¿de qué va ‘La Reina’? ¿En qué se ha inspirado? La letra es un poco ambigua…
Es una letra ambigua, sí, y hace un juego de palabras con los diferentes significados de las palabras. Es la primera canción que tuvimos terminada y hace alusión al nombre del grupo y «a las reinas del baile» que hay por ahí.
El disco se abre y se cierra con dos de las canciones más potentes, casi post-rockeras, con vientos, guitarras fuertes. ¿Ha sido así de manera consciente?
Me gusta los discos que empiezan de forma potente y es lo que buscábamos con ‘Que cunda el pánico’. Es una canción directa, con un toque épico por las cuerdas que comentas, y pegadiza. Colocar ‘Verano’ para el final también está hecho de manera consciente; tiene un toque electrónico que de haberla situado en mitad del disco podía haber despistado o roto el ritmo. El disco básicamente se divide en una primera parte más alegre y una segunda un poco más oscura en cuanto a sonido y melodías. Nos gusta ese contraste o mezcla de lo alegre con lo oscuro.
Las letras a veces no se entienden, ¿por qué no las habéis incluido ni en el CD ni en el vinilo? ¿Son secundarias para vosotros?
Las letras no son secundarias en ningún caso, aunque en alguna canción hemos escondido la voz conscientemente para darle al conjunto un toque más etéreo. Simplemente no están hechas para ser leídas como poesía, de manera aislada de la canción, así que por eso decidimos no incluirlas. En cualquier caso, eres el primero que nos dice que no se entienden, aunque, vamos, están a disposición de cualquiera.
Algunas letras son de Amaia, ¿ha habido algún problema para su uso o ella más bien se ha hecho fan del grupo, suele ir a veros, etc?
No es cuestión de ser fan o no ya que ella ha sido parte de esto y ha dejado la impronta en el disco, vamos, que ha sido parte de esto. Amaia ha venido a vernos con Maite ya como cantante y nosotros iremos a verla. No hay ningún tipo de rollo raro, incluso yo grabé en varias canciones del disco ‘La fuerza’ el bajo. Cada uno ha seguido su camino y ya está.
¿Qué canciones habéis regrabado teniéndolas ya terminadas?
Terminada del todo no estaba ninguna, ya que hasta el último momento hemos ido cambiando cosas. Por ejemplo, ‘Dime qué vas a hacer’ o ‘Verano’ sonaban muy diferentes antes de que Banin (Los Planetas/Los Pilotos) metiera mano en ellas. Las canciones han ido creciendo o cambiando en el estudio. Cuando nos metimos a estudio llevábamos las canciones un poco abiertas. También se dio el caso de un par de canciones en las que estuvimos trabajando con alguna base electrónica y otra más rollo Velvet que no conseguimos que sonaran como queríamos, así que las mandamos al congelador.
¿Por qué habéis dejado la voz de Amaia en algunas pistas?
Porque molaba y porque queríamos darle su espacio en el disco. Tampoco era plan de hacer una ruptura radical.
Al principio, con tanta colaboración, pensamos que Reina Republicana sería un súper grupo, pero en realidad, es básicamente el tuyo, ¿no?
En un principio cuando empezamos a sonar en Radio 3 o aparecer en diferentes blogs, no teníamos una formación estable. Así que Guille Mostaza o Banin nos ayudaron a grabar el disco. Estuvimos unos días en casa de J grabando esos temas y haciendo uso de su piscina. De hecho, grabar esta primera demo fue la excusa para bajar unos días a Granada y visitar a los amigos que tenemos por allí. Creíamos que esas canciones no iban a gustar a nadie, y de repente la bola fue creciendo y terminamos firmando por Limbo Starr, que era el sello al que estábamos intentando cortejar. A pesar de que ya tenemos una formación más o menos estable, seguimos trabajando con Banin, Guille, etc. De hecho seguro que acaban ayudándonos en directo en cuanto surja la oportunidad. En todos los grupos hay alguien que lleva el mando, y parece que me ha tocado a mí, pero este disco es el resultado del duro trabajo de mucha gente.
¿Cómo completaréis un concierto teniendo sólo 10 canciones? ¿Barajáis versiones, tenéis descartes?
Estamos trabajando en canciones nuevas, de las cuales alguna vamos a estrenar este viernes en la fiesta del Popfest. También tocamos la versión de Daniel Johnston que acaba de aparecer en un disco tributo. Poco a poco vamos teniendo temas nuevos.
Habéis dicho que habéis tirado muchas canciones, ¿cómo eran? ¿Queríais hacer un disco cortito sí o sí?
No teníamos clara la duración del disco, y hablando con David de Limbo Starr y Albaro de El Columpio Asesino, nos recomendaron hacer un disco de debut directo y concreto. Las canciones que desechamos fueron de las primeras que hicimos, más rollo The Pastels o Beat Happening. No estaban muy definidas…
El nombre del grupo es contradictorio, ¿os veis contradictorios a vosotros mismos en esencia?
Claro que es contradictorio, como la misma esencia de la monarquía democrática. Pero en nosotros no hay nada contradictorio, aunque sí confuso por momentos, y la confusión es sexo, como bien sabían Sonic Youth.