Bien es sabido que, dada la procedencia del bajista Daniel Lorca, el trío de Brooklyn tiene en Madrid su segunda casa y el sábado por la noche en La Riviera quedó claro que esto es así por más de una razón: un llenazo considerable aguardaba la salida al escenario de Matthew Caws, Ira Elliot y el citado Lorca, a quienes se les han sumado Martin Wenk (Calexico) a los teclados y trompeta, y Doug Gillard (ex Guided By Voices) a la segunda guitarra. El primero de estos ya había prestado su talento en anteriores giras, pero con la suma de Gillard ha quedado un quinteto de aúpa. Lo único negativo que se podría decir del concierto de Nada Surf es que tal vez faltó algo de cohesión al enlazar los temas en algún punto del recital, quedando juntas muchas canciones lentas en la primera mitad. Por lo demás, demostraron en hora y tres cuartos que no andan faltos de hits, que pueden ser encontrados a puñados a lo largo y ancho de su discografía.
Abrieron con la enérgica ‘Clear Eye Clouded Mind’, tema que también abre ‘The Stars Are Indifferent To Astronomy‘, su último y reciente LP, que evidentemente venían a presentar y del que también sonaron ‘Jules and Jim’ o ‘Looking For Something’, canciones que pudieron mirar de tú a tú a grandes himnos como ‘The Way You Wear Your Head’ o ’80 Windows’, la cual gozó de un estupendo solo de trompeta por parte de Wenk, quien emocionó al respetable y recibió por ello los merecidos vítores.
Su acertada versión de ‘Evolution’ de Mercromina y una de las mejores de ‘Lucky’, ‘See These Bones’, los despedían de forma temporal, pero aún quedaban ases en la manga, como era de esperar. No uno, sino dos bises llegaron a continuación, con himnos como ‘Blonde On Blonde’, ‘Always Love’, (por supuesto) ‘Popular’ y ‘Blankest Year’, habitual traca final de sus shows en la que involucran al público en un unísono «Fuck it!». Los artistas acostumbran a decir en cada concierto que el público del país o ciudad correspondiente es genial, pero cuando Daniel o Matt lo decían, nos lo creímos. 8
Waters, de San Francisco, calentaron motores con su indie rock noventero, muy de actualidad, pero en consonancia con el grupo principal, quien lleva dos décadas haciendo lo que mejor saben y ajenos a las modas. Con voces bien empastadas y temas bastante decentes lograron despertar interés entre los presentes. No se olvidaron de ‘For The One’, una de las mejores de su homónimo LP, lanzado el año pasado. Con ellos nos encontramos ante la misma situación que se da al escuchar a Tribes o Yuck: un bonito ejercicio de estilo, disfrutable al menos. 6