La diferencia está en los nuevos estatutos aprobados, que permitirán votar a más del doble de socios, con menos poder además para cada uno de ellos, y en medidas como la presencia de más mesas electorales en distintos puntos de España. Se espera, pues, que los nuevos representantes elegidos el próximo lunes satisfagan a un número mayor de socios. ¿Se conseguirá lavar la imagen de una institución tan odiada e incomprendida por el público?