Un torbellino llamado Sharon Jones

Hay sonidos que parece que están escritos para contar con ellos historias. Historias de sueños, penalidades y éxitos que no llegan, en este caso, hasta bien entrada la madurez. El sonido de Sharon Jones evoca a sus años de funcionaria de prisiones y guarda de seguridad embriagada por el espíritu de James Brown y la pasión y energía de Tina Turner. Dos figuras a las que este martes la norteamericana se encargó de homenajear con un directo que evidencia (otra vez) que géneros como el soul y el funk trascienden las modas.

Sus secuaces los efectivos Dap-Kings prepararon el terreno ante la llegada del huracán de Augusta (Georgia), que supo cómo encontrar su hueco en un escenario dominado por blancos. Sharon Jones, un torbellino de metro y medio, comparte con Charles Bradley, al que tuvimos la suerte de ver recientemente en el Primavera Club, y Naomi Shelton, la experiencia de la edad y la fuerza de quien sabe que el tiempo no corre a su favor. Entre homenajes y recuerdos, la norteamericana desgranó, siempre muy bien apoyada, piezas de su último disco ‘Soul Time’. De ahí salieron ‘New Shoes’ o ‘Without a Trace’, canciones de marcada influencia Motown que sirvieron para arrancar la velada tras los primeros compases de ‘He Said I Can’.

La noche se volvió de corte intimista con ‘Love is Stronger’, elegida por la cantante para dedicar a la reciente muerte de su madre. “Me dijeron que podía cancelar la gira. Pero no lo hice”, declaraba la norteamericana. Las reivindicativas ‘Money’ y ‘What if We all Stopped Paying Taxes’ continuaron este recital de auténtica magia negra con aires afrobeat. Sharon, una grande en el arte de mover las caderas, invitó a un espontáneo, Pablo, a marcarse unos bailes a ritmo de la salvaje ‘How Do I Let a Good Man Down’.

‘100 Days, 100 Nights’ consiguió bajar las temperaturas y preparar el segundo homenaje de Sharon Jones de la velada. La norteamericana se ganó al público, si no lo había hecho antes, con sus palabras dedicadas a Amy Winehouse, Etta James y Whitney Houston. “Cuando Whitney hacía ‘El Guardaespaldas’, yo era guardia de seguridad”, recordaba con la certeza de que la vida es una carrera de fondo. Una versión intimista de ‘Mama Don’t Like My Man’ se coló en los bises para alegría de quienes tienen que lidiar con sus suegras. El broche enérgico y jocoso para finalizar una velada de funk y energía sin frenos.

Foto: Heinekenpro (Carla Mir)

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Publicado por
MSanchez